Colaboración: La Búsqueda


Titulo del Oneshot: La Búsqueda
Autora: Lunis HeeChan
Tipo: Yaoi
Género:  Angst, Fluff, AU
Clasificación: Rating {NC-17}
Advertencia: Parejas al final del fic
Descripción de Mew:  Éste shot, mi comadre Lunis lo escribió para el concurso cat-dog de halloween de Hato, lo hizo por mi otra comadre,  yota y por mí, así que también pedí permiso para publicarlo en mi blog…
Es un shot muy divertido, una relación realmente interesante entre Yeye y la Chul ah xD

- ¡Noooooooooo…!

Un grito angustioso se escuchó sobre los senderos cubiertos de hojas muertas del parque que rodeaba el campus de la SME. A esa hora comienzan a oírse los murmullos de algunos animales nocturnos, uno que otro grito lejano de algún chico asustado.

Como en la oscuridad se nota todo con mayor intensidad, las cosas se vuelven diferentes a los ojos humanos. En la oscuridad los árboles se ven tenebrosos, las bancas lucen viejas, las sombras que crean los edificios parecen lugares destinados para ocultar cualquier ser fantasmal y los ojos de los pequeños animales a la luz de la luna, brillan intensos con colores inimaginables.

- ¡Noooooooooo!… Porque a mi…

De nuevo se escuchó por todo el lugar, que a pesar de ser abierto, retumbo e hizo eco por todos los rincones. Haciendo que la persona que andaba al lado de aquel ser que había emitido tal alarido, encogiera los hombros tratando de bloquear un poco aquel grito ensordecedor, pues caminaba con sus manos metidas en sus bolsillos.

La noche era algo fría, pero eso no detuvo a los estudiantes de la SME de realizar el festejo de su acostumbrado baile de Halloween. Pero esta noche era diferente, había una búsqueda de tesoro y el que encontrara todos los objetos se hacía ganador a un muy buen premio monetario y el ser los reyes del baile.

Pero estos dos seres tan diferentes y bellos a su manera, la suerte los junto en aquella búsqueda.

- ¡Ya, Kim Heechul! No seas tan escandaloso. – le pidió Yesung a su acompañante.

Un chico de cabellos morochos, pómulos pronunciados, labios medianos, nariz recta, ojos pequeños pero muy vivarachos; algo bajito y delgado. De personalidad seria, considerado un misterio por los que no le conocen. Puede encontrársele muchas veces por estos lados del parque durante clases en el campus, pues al pertenecer al club de biología siempre anda tras raros especímenes que terminan siendo objeto de su estudio.

Sin embargo cuenta con amigos sinceros, los cuales al ser pocos puede pasar con ellos tiempo de calidad y sana diversión.

Por ser poco interesado en la moda, Heechul siempre lo ha tachado de raro sin conocerlo.

- Es que no entiendo, porque de entre todos me toco hacer pareja contigo, no entiendo. – algo melodramático dijo Heechul y mirando al cielo siguió. - ¿acaso estoy maldito?

- Tú crees que yo quería venir contigo, ¿verdad? – sonrió irónico ante el asentimiento del Kim. – Pues no, si no hago más que evitarte, siempre eres tan escandaloso.

Todo lo contrario a su acompañante, Kim Heechul es alto, delgado y de tez pálida. Poseedor de un fino y delicado rostro con rasgos femeninos muy suaves, sus ojos son bastante grandes, su boca enmarcada por unos labios gruesos y carnosos, con una nariz ligeramente respingada.

Puede decirse que es el típico chico popular que le gusta vestir bien y cuenta con un selecto grupo de amigos que no ve mas allá de ellos, o eso es lo que él le muestra a los demás porque en realidad es muy observador; no suele ir mas allá de los sitios en que los populares suelen moverse. Poseedor de extraños gustos, lo han hecho participe del comité de festejos.

Yesung siempre lo ha considerado un narcisista arrogante, suele decir que es mejor mantenerse alejado de su filoso sarcasmo.

Hasta ahora, jamás habían tenido contacto alguno.

- Me tienes envidia porque soy popular. – dijo Heechul para terminar sacando su lengua.

- Tan infantil como siempre. – se quejó Yesung, mientras se cruzaba de brazos y se detenía frente a Heechul. – Mira Kim, no sé qué sigo haciendo aquí. Será mejor que busque a mí… a mí...

- A tu, a tu ¿Qué? – se burló Heechul. - ni siquiera la puedes nombrar, es muy notable que no te gusta, ¿Por qué sales con ella?

- Eso a ti no te interesa, será mejor que busque a Kristal y me vaya, para empezar ni siquiera deseaba venir, esto es demasiado aburrido.

Había asistido obligado por Kristal a la fiesta de Halloween, no había nada que pudiera hacer para negarse pues sus padres lo obligaban hacer todo lo que la chica deseaba con él. Por eso se encontraba disfrazado con aquellas orejas y guantes que ella misma le compro, vistiendo lo poco que pudo soportar.

Yesung como alumno destacado y presidente del club de biología forma parte del consejo estudiantil. Siempre serio y responsable con sus estudios, nunca se le veía desarreglado, enfadado o tan fuera de lugar como en aquel momento. Kim Heechul le ponía así, Yesung aceptaba que su orientación fuera otra, pero todo lo que tenía ese chico de narcisista y egocéntrico le ponía los nervios de punta.

Con las manos de nuevo en sus bolsillos, dio la vuelta dispuesto a irse, desde un comienzo quiso hacerlo, que más daba abandonar la fiesta ahora.

- Espera… - escucho que le pedía Heechul.

Durante unos momentos Heechul permaneció en silencio sin saber que decir, mirando a su alrededor algo tenso. En la oscuridad del parque con aquellos sonidos extraños y los repentinos crujidos de los arboles; de pronto una sensación extraña se posó en su nuca y un temblor recorrió su cuerpo.

Para nada quería andar solo en por aquel lugar, algo inquietante había en aquel parque esa noche. Sentía que de pronto perdería el rumbo perdiéndose en su inmensidad; porque a Heechul le parecía inmenso.

- Yo no sé andar por estos lados, nunca me he ido más allá de la comodidad del campus o las gradas de las canchas. – le explico Heechul. - ¿Cómo pretendes que sobreviva a un jardín tan grande como este? Es tan grande y de noche todos los caminos lucen iguales.

- ¡¿Y?! eso no me afecta para nada, puedes ir dejando migas de pan para que puedas encontrar el camino de regreso. – Yesung seguía plantado en irse a casa.

- Por favor, terminemos con esto y no sabrás de mí nunca, llevamos tres objetos nos falta dos; anda me quedare callado si eso quieres. – pidió Heechul.

Gracias a Yesung es que llevaban tres de los objetos en su lista, el chico serio conocía cada rincón de aquel campus tanto a la luz del día como en la oscuridad. Y gracias a Heechul, los acertijos a sus ojos no tenían secreto, eran tan fáciles como las sopas de letras que resolvían los niños.

Pero a Heechul se le complicaba un poco desplazarse por aquellos lugares en donde se les había ocurrido ocultar dichos objetos.

- No creo que eso sea posible. – dijo Yesung negando con su cabeza a la vez.

- Tienes razón, no puedo estar callado, está en mi naturaleza. – dijo nervioso al ver que el otro esperaba que propusiera algo más interesante, Heechul agrego. – hablaremos de lo que tú quieras.

Heechul puso su mejor cara amigable para el chico que lo acompañaba. Jamás en su vida se le habría ocurrido hablarle o siquiera estar cerca de él, para Heechul aquel chico de cabellos negros era un tabú. Tan desconcertante como el mismo si se viera de lejos, pero había algo más en su acompañante, un aura extraña que le hacía querer estar lejos de él.

Ahora que por fin el destino los ponía uno al lado del otro, seguía siendo demasiado serio, recto, callado, para nada buena compañía… pero le estaba gustando que peleara todo lo que él decía. Y en este momento, parecía estar muy interesado en su persona, esa mirada que se posaba en él intentando descubrir más allá de lo que decía, le estaba poniendo nervioso.

Un click hizo en el cerebro de Heechul. Es por eso que se había mantenido lejos de Yesung todo este tiempo, su mirada siempre parecía saber la verdad cuando se posaba en él. No es que Heechul sea siempre un falso, pero el ser tan popular le dificulta ser el mismo.

Otro calosfrío recorrió su cuerpo al ver que Yesung no apartaba la vista de sus ojos.

- ¿Por qué es tan importante esto para ti? – pregunto curioso Yesung acercándose a su compañero, volviéndose al camino.

- Porque soy popular.

- Entonces ganar no te haría más popular, ¿o sí?

- No. – Heechul mordió su dedo pequeño, como debatiéndose en decir la verdad o no. – Pero siempre debo demostrarles que soy el mejor, sabes me tachan de tonto pero no lo soy.

Le costó un poco, pero lo dijo. Yesung se dio cuenta por primera vez en la noche que su compañero decía la verdad, quien nerviosamente mordía su dedo pequeño esperando una reacción de su parte.

- Y si te sigues disfrazando tan ridículamente como ahora, no dudo que sigan pensando que eres tonto. – comenzó a reír Yesung mirando a su compañero, su pecho se sacudía pero no emitía sonidito alguno.

Disfrazado de gatito, Heechul llevaba unas lindas orejas negras puntiagudas, unos guantes y bota que asemejaban las garras de un gato, una fina cola negra salía de su trasero. Vestido con pantalón de mezclilla y una sudadera algo grande para su cuerpo que resultaba algo adorable, a todo eso agréguenle los pequeños bigotes pintados en su cara y la punta negra en su nariz asemejando la nariz gatuna, se veía adorable… pero tonto.

- Oye… - Heechul se acercó demasiado a Yesung. – tú no te has visto a un espejo, ¿a eso le llamas disfraz? – pregunto tocando las orejas que colgaban de la cabeza de Yesung. - ¿Qué se supone que eres?

- Un perro.

- ¡Un perro! Pareces todo menos eso. – comenzó a burlarse Heechul. – aunque por tus cabellos alborotados, si pareces un perro lanudo. – dicho esto, alboroto los cabellos del otro.

- ¡Ya Kim Heechul!… - deteniendo su mano.

- Ni cola traes mira. – Heechul se detuvo a mirar su trasero. – ¿a que la traes escondida? No quiero imaginarme dónde. – de nuevo se reía.

- No te imagines que no traigo cola, orejas y garras es lo único. No iba a traer toda esa ridiculez. – estaba enfadado por ser su blanco de su burla.

- Venga ya… no te enojes. Hablemos de Kristal entonces.

- ¿Te importa que no hablemos de ella? – sugirió un cansado Yesung, al ver que su compañero no cedía.

- De acuerdo. ¿De qué quieres hablar?

- De cualquier cosa menos de Kristal.

Así continuaron su camino por aquel parque, continuaron con la búsqueda pero ahora también charlaban, no animadamente… más bien parecía un interrogatorio judicial por parte de los dos.

- ¡Estás loco! – protesto Yesung.

- Debes admitirlo, eres un poco muy predecible y eso para empezar.

- No sé a qué te refieres.

Yesung se hacia el desentendido, mientras seguía las instrucciones del ultimo acertijo que había descifrado Heechul.

- ¿Qué de emocionante se puede hacer en el club de bichos raros? – Yesung frunció su ceño al escucharle nombrar su club incorrectamente.

- Se llama club de biología. – corrigió.

- Si, como se llame. Supongo que no hay que tener cualidades especiales para entrar.

- Ni se te ocurra menospreciarlo. – dijo algo enojado Yesung.

- ¡Ok! No pretendía hacerte enojar. – se disculpó finalmente Heechul.

Pero Yesung ya no le prestaba atención, observaba hacia arriba examinando el árbol que tenían enfrente. Deseaba terminar con aquello para alejarse de aquel ser que le alteraba la bilis y comenzaba a sembrar en su interior el odio hacia los humanos. Cada vez amaba más a los bichos que estudiaba.

- ¿Qué buscas? – pregunto Heechul cuando observo que Yesung recargaba sus manos en aquel árbol.

- Súbete a mis hombros. – le ordeno.

- ¡¿Queeee?! - sin darle tiempo para que se negara, Yesung se metió entre sus piernas y lo elevo por encima de sus hombros.

- ¡Bajameeeeeee!

- Ves que no puedes permanecer callado, deja de gritar. – sin intención de bajarlo, Yesung comenzó a reír. – busca en ese hoyo, ahí debe estar el cuarto objeto. Terminemos con esto.

Asustado como estaba por la altura… no es que fuera mucha, pero sentía muy endeble el cuerpo que lo sostenía. Como venganza se agarró de los cabellos del que lo cargaba, maltratándolo un poco por haberle puesto en peligro, escuchando con risa los gritos de protesta de Yesung.

Con cuidado Heechul metió una de sus manos a ese oscuro hoyo, tentando sin poder ver, estirado a todo lo que daba su cuerpo y su brazo. Sintió el objeto y apretó su mano sacándolo de su escondite.

- ¡Lo logre! – grito Heechul, alterando a las criaturas que en ese momento ya dormían en aquel árbol.

Pronto un barullo se formó en su cabeza, Heechul abrió muy grandes sus ojos cuando una rápida sombra voladora pasó frente a él. Asustado comenzó a mover sus manos por encima de su cabeza, Yesung no pudo mantener sujetado el cuerpo de Heechul, pues se movía demasiado.

Después se escuchó un grito, un golpe seco en el suelo y después silencio.

Yesung termino abrazado a aquel árbol, lo que le impidió terminar también en el suelo. Heechul se hallaba tendido en el suelo, con un tono pálido en su rostro y sus ojos cerrados. Rápidamente se agacho arrodillándose a su lado, le retiro los cabellos que cubrían levemente su rostro y comenzó a hablarle.

Al ver que no respondía, comenzó a revisar el cuerpo inmóvil de Heechul notando lo delgado que estaba pero no vio ninguna otra lesión. Cuando paso sus manos por su cabeza, ahí fue donde sintió tremendo chichón en la parte de atrás; se había golpeado muy fuerte en la cabeza.

- Rayos… - exclamo Yesung preocupado.

No sabía qué hacer, si bien no le caía bien el Kim, tampoco es que quisiera que muriera. Se sacó su chamarra y la coloco encima de su pecho, además de pálido estaba algo frio. Siguió hablándole para tratar de hacerlo reaccionar durante unos minutos, hasta que levemente Heechul comenzó a mover sus ojos.

- ¿Qué paso?... ¡Aaaah! me duele… - Heechul sintió como si le fuera a estallar la cabeza al intentar levantarse.

- Espera no te muevas. – le regaño Yesung para que volviera a su lugar y quitándole la chamarra de encima, la enrollo haciendo una pequeña almohada. – levanta un poco la cabeza, así no topara con el suelo y dolerá menos.

- Gra… gracias. – dijo Heechul algo desconcertado, quizás por el golpe o quizás por la cercanía de su compañero.

- Te caíste y golpeaste la cabeza, perdiste la conciencia y no creo que sea bueno levantarte. Tal vez deba ir por ayuda. – sugirió Yesung.

- No, no, no por favor, no me dejes aquí solo.

Con sus dos manos, Heechul se aferró a su brazo por nada en el mundo deseaba quedarse solo en aquel solitario lugar. Un incómodo silencio se hizo entre los dos, sin embargo desde el suelo Heechul no dejaba de mirar a Yesung. Le dolía la cabeza horrores, también uno de sus pies no sabía cuál, la espalda lo estaba matando y quizás el golpe le había matado algunas neuronas porque en ese momento su compañero le comenzó a parecer algo lindo viéndolo todo preocupado por él.

- No te vas a ir y dejarme aquí. – le advirtió arrastrando un poco las palabras. Estaba asustado, dolorido y con conmoción cerebral, quizás.

- Está bien. – dijo un resignado Yesung. – esperaremos aquí hasta que puedas levantarte.

- Estoy mareado. – Heechul se apartó un poco de Yesung. – seguro estoy hecho un desastre y me duele mi pie también, retirando las orejitas de su cabeza pues sentía que solo aumentaba su dolencia.

- ¿Tu pie? – Heechul asintió con la cabeza. – será mejor que revise tu pie.

Con sumo cuidado, Yesung le quito uno de los tenis rojos que llevaba puestos dejando al descubierto su pie lastimado. Lo tomo entre sus manos y comenzó a moverlo lentamente, lo que hizo que se quejara un poco de dolor, pero conforme sus manos masajeaban su pie el dolor fue pasando.

- Te lo torciste levemente, se te pasara pronto.

- ¿Cómo sabes? – pregunto curioso Heechul.

- El club de biología no solo sirve para observar bichos, pienso ser un gran medico en el futuro. – dijo un orgulloso Yesung.

- Bien por ti y gracias por todo. – agradeció con una sonrisa.

- Para eso están los amigos, ¿no? – Yesung no supo de donde salió eso, para cuando quiso detenerlo… ya era muy tarde.

- Los amigos se cuentan todo. – inquirió Heechul.

Realmente deseaba seguir escuchando su voz, algo que lo mantuviera despierto pues el golpe le estaba provocando somnolencia; pero también tenía curiosidad. Además había empezado a intimar con él, debía aprovechar la oportunidad.

- ¿Estas saliendo con Kristal? – insistió Heechul.

- ¿Por qué quieres saber? ¿te gusta a ti? – Yesung se sonrió por la cara negativa que puso Heechul. – A Kristal solo la considero mi amiga, no podría hacer nada con ella.

- Entonces porque sales con ella, seguro te obligan. Y si es así, debe haber alguien más que si te guste. – dedujo Heechul.

Se dio cuenta que sus neuronas comenzaban a trabajar normalmente. Intento levantarse del suelo lentamente hasta quedar sentado. Grave error, tuvo que cerrar sus ojos porque el mareo era terrible y sentía que le haría vomitar. Yesung se dio cuenta y lo sostuvo, pues su cuerpo se mecía de un lado a otro, arrastrándolo hasta recargarlo en el árbol.

- ¿Por qué lo hiciste? Aun no era el momento. – le reclamo Yesung.

- Acostado es peor, solo necesito un momento. – dijo Heechul con los ojos cerrados, pues si los abría el mareo volvía.

- Realmente te diste duro en la cabeza ¿eh? – Yesung trataba de bromear con él mientras acariciaba los cabellos de su adolorida cabeza.

Recargado en aquel árbol, con los ojos cerrados, sus labios juntos se veían más carnosos, su pálida piel resplandecía a la luz de la luna… a Yesung le pareció que su compañero era realmente bello y comprendió lo que uno de sus amigos decía: tanta belleza junta puede ser agobiante.

Al menos eso le decía siempre su amigo Siwon, cada que Yesung le golpeaba con el codo las costillas para que se animara a acercarse al chico que ahora estaba sentado a su lado.

- No me contestaste lo de Kristal. – aun en el estado que se encontraba, Heechul no dejaba de insistir en el tema.

- ¿Cómo supiste que me obligan?

- Se te nota, siempre estas tenso cuando ella te prodiga atenciones. – dijo tranquilamente Heechul con sus ojos levemente apretados, Yesung supuso que sentía dolor. Y para distraerlo continúo con la charla.

- Vaya, no sabía que fuera digno de que me observaras.

- No lo eres. – dijo Heechul tajante. – es solo que, a uno de mis conocidos le interesa Kristal y por él fue que note que siempre estaba a tu lado. ¿Ya dime quién te gusta? – siguió indagando Heechul.

- Si te digo, tendré que matarte. – juguetonamente, Yesung tomo suavemente el cuello de Heechul con su mano.

- Vamos dime, y tu podrás preguntarme lo que sea. – propuso Heechul, ante el silencio del otro insistió. - anda Yesung, estar aquí en silencio mientras me recupero no es divertido.

- No dije que no lo haría, solo que no deseo preguntarte nada, pero si deseo que hagas lo que yo te pida aunque sea solo una vez. – la voz de Yesung había sonado algo sugerente, algo que le extraño a Heechul.

- No me pedirás que te bese ¿verdad?

- ¡Oh no claro que no! – dijo Yesung algo escandalizado. – no eres mi tipo.

- Este bien, acepto el trato. – acepto riendo.

Mientras charlaban Heechul continuaba con sus ojos cerrados, comenzaba hacer más frio, cosa que Yesung noto. Volvió a extender su chamarra colocándola en los brazos de Heechul, seguramente el golpe le había bajado el azúcar y con lo delgado que estaba debía sentir más frio.

- ¿Quién es? – le apuro Heechul.

- ¿Cómo se si estoy enamorado de un chico?

- Tks… eso si no me lo esperaba.

- ¿Es tan malo como suena? – pregunto algo preocupado, esto era algo que Yesung no le había contado a nadie.

- Claro que no, el amor es amor en cualquier forma. – le animo Heechul. –mientras el sentimiento sea reciproco no tiene nada de malo. Aunque mis experiencias no han sido muy buenas. – confeso Heechul.

- ¿Por qué lo dices? Siempre te veo acompañado con algún chico.

- Que eso suceda no quiere decir que me ame o que cambie de novio por semana. – decía irónicamente Heechul.

Pues también sabía lo que pensaban de él, aunque poco le importaba. La mitad de lo que decían sobre él era mentira. La otra mitad hablaban de su belleza y eso era la pura verdad.

- Siendo sincero, creo que nunca he sentido ese tipo de amor. – esta triste confesión Heechul jamás la había dicho en voz alta. – Seguro tengo algo malo.

- Claro que no, solo que no has dado con el chico adecuado. ¿Cuál es tu tipo?

- Tengo debilidad por los chicos malos.

De nuevo hizo reír a Yesung, pero esta vez sí pudo escuchar su risa, que le pareció muy dulce e hizo reír a Heechul. Pero sus palabras le hicieron pensar que quizás Yesung tuviera razón y él nunca se había enamorado de verdad por no encontrar a la persona adecuada.

- Pues yo si se lo que quiero. – Yesung perdió su vista en la oscuridad. – un ser tierno, bondadoso y confiado. Alguien que siempre está pendiente de los demás, más que de sí mismo. Siempre festeja mis logros y me anima a seguir. Mi compañero en el club de biología, Ryeowook se ajusta a todo eso que deseo. – se confesó al fin Yesung.

- El pequeño Wookie. – dijo admirado Heechul. – es muy lindo por donde lo veas. Pero ¿por qué no te le has confesado? - Heechul ya tenía abiertos sus ojos, los cuales miraban curiosos a Yesung. Este al sentirse mirado volteo, quedando sus rostros muy juntos. – no te has atrevido, pero como lo vas a saber si no lo intentas, debes ser directo y confesarte. Además se de muy buena fuente que otro chico anda tras sus huesitos y ya han salido algunas veces, pero al parecer el pequeño se rehúsa a responderle.

- Debo tener una oportunidad al menos.

- ¿Sigues pensando no hacer nada? Debes decírselo. No creo que siendo tu compañero en el club bichos no puedas acercártele de esa manera.

- No se llama club bich… ¡aish! – Yesung pasaba ambas manos por su cabello en señal de rendición.

Ya venía pensándolo desde hace un tiempo, confesarle sus sentimientos al pequeño Ryeowook. Le gustaba y mucho, no había hallado el momento adecuando. Pero como decía Heechul, si seguía esperando por ese momento, alguien más lo haría por él y entonces si lo perdería. Perdería esa única oportunidad.

El conocerle un poco más termino por dejarle claro que Yesung era un chico muy recto no solo en apariencia, su corazón lo era. Le hizo desear encontrar a una persona que sacara lo mejor de él y que no solo se acercara por su apariencia. Quizás alguien como Yesung pero más guapo y menos raro. Comenzó a reír por lo que pensaba, si su compañero supiera…

- El que solo se ríe, de sus maldades se acuerda. – susurro Yesung sin prestarle mucha atención.

Por eso no se dio cuenta cuando Heechul dejo de reír y su rostro cambio, sus ojos se abrieron enormemente al ver a través de la oscuridad. Sus labios temblaron levemente y su respiración se hizo agitada al no reconocer aquellas siluetas. Quería sacudir su cabeza para sacar esas imágenes, pero no podía pues el mareo aun no cesaba por completo. Coloco sus manos heladas en el brazo de Yesung tratando de llamar su atención.

- Yesung… Creo que veo gente muerta. – un poco en shock, un poco en broma.

- Ahora tienes alucinaciones, pensé que ya estarías mejor. – Yesung se dio la vuelta tomando su cabeza entre sus manos.

- No alucino, mira por ahí. – dijo Heechul señalando algo entre los árboles que tenían al frente.

Al voltear Yesung se percató de una lucecita que se dirigía hacia ellos y también lo que parecían ser unos huesos fluorescentes, con sus ojitos entrecerrados trató de distinguir que era. Se estaba poniendo nervioso también y para tomar valor apreso la mano que Heechul tenía sobre su brazo.

Respiro profundo al ver que quien salía al claro no era más que Ryeowook y Siwon, aquellos huesos fluorescentes eran del disfraz de Ryeowook vestido de calavera, mientras que la luz provenía de una lamparita que traía en manos un Siwon disfrazado de superman. Sus amigos se acercaron preocupados hasta donde se encontraban sentados.

- ¿Qué sucedió? – pregunto Siwon sin poder apartar su mirada de Heechul.

- Han estado perdidos casi dos horas, la búsqueda ya termino y anunciaron a los ganadores. – les explico Ryeowook.

- Sufrimos un accidente. – dijo Yesung sacudiéndose los pantalones al levantarse del suelo.

- Es mi culpa. – Heechul no supo porque se sonrojo ante la insistente mirada de Siwon.

- No, no fue tu culpa. – lo disculpo Yesung, agachándose al lado de Heechul. – lo levante en mis hombros y cayó de espaldas, se golpeó muy fuerte la cabeza dejándolo inconsciente un rato y uno de sus pies esta lastimado.

- ¿Por qué no fuiste por ayuda hyung?

A Siwon se le hizo extraño como hablaba ahora Yesung con Heechul, cuando siempre había tratado de mantenerse lo más lejos posible, y algo dentro de él comenzaba a sentir celos. Ryeowook por su parte sentía que algo más había pasado ahí, como si esos dos seres tan diferentes se hubieran conectado esa noche.

Inocente como era e ignorante de lo que Yesung sentía por él, no sintió celos. Para Ryeowook, Yesung era algo más que un compañero y presidente del club, admiraba a su persona por las capacidades de este. Pero también oculto, sentía algo por el mayor, algo que sabía que nunca seria correspondido.

- Yo no lo deje ir, acá hay muchos animales y esta solitario. – al decir esto el cuerpo de Heechul tembló un poco. – alguien tan bello como yo no puede quedarse solo en un lugar como este.

- Por eso no pude ir por ayuda. – señalo Yesung, riéndose pues Kim Heechul nunca dejaba de serlo aun en las peores circunstancias. – esperaba que estuviera mejor para llevarlo a enfermería.

- Pues aún tenemos que llevarlo para que lo revisen. – sugirió Siwon y se inclinó frente a Heechul dándole la espalda. – supongo que aun estas un poco mareado y no podrás apoyar ese pie, así que sube sobre mi espalda. – se ofreció Siwon a llevarlo sobre su espalda, Heechul lo pensó un poco.

- No quiero terminar en el piso, la última vez que me subí sobre alguien no lo pase muy bien. – dijo mirando a Yesung con el ceño fruncido.

- ¡Oh no! Siwon no te soltara, él es muy fuerte. – intervino Ryeowook.

Cosa que el mismo Heechul pudo constatar al estar sobre la espalda de Siwon. Su espalda se sentía dura como un muro, podía sentir los músculos en sus brazos fuertes y su respiración para nada se alteraba al ir caminando con él a cuestas. Sintiéndose cómodo se recostó completamente, dejando su rostro muy cerca del cuello de Siwon.

Al mismo tiempo, Siwon estaba experimentando una lenta tortura con la respiración de Heechul sobre su cuello, la calidez de su cuerpo envolviendo su espalda y los acompasados latidos de su corazón. Solo deseaba poder ver en esos momentos el rostro de su torturador, a quien admiraba y de quien tenía sentimientos secretos.

Pero un extraño acto les hizo a ambos salir de su mundo. Yesung había besado de la nada a Ryeowook y ahora el pequeño, se encontraba petrificado en su lugar.

- Ryeowook… Wookie, no me hagas esto. Dime algo. – Yesung sacudía asustado la mano del menor.

- Oye tú, te dije que fueras directo no que le violaras antes de hablar. – le regaño Heechul.

- Tú y tus consejos, algo me decía que no te hiciera caso. – se defendió Yesung.

- Yo no te dije que lo besaras hasta sacarle el alma, mira como le has dejado. ¿Verdad que fue muy apresurado Siwon? – se atrevió a preguntarle Heechul.

- Mejor es no opinar. – dijo inteligentemente el menor. – Vamos te llevo a la enfermería y que ellos dos se arreglen. Nos encontraremos más tarde hyung. – se despidió Siwon.

Yesung vio a su amigo y a Heechul alejarse con rumbo a la enfermería, para después centrar toda su atención en Ryeowook, quien tenía su cabeza gacha ocultando su rostro. Sintió como se le estrujaba el corazón al darse cuenta que el pequeño lloraba, su cuerpecito parecía agitarse y sus manos las tenía cerradas en puño a sus costados.

Lo abrazo a su cuerpo, no le importaba si la reacción del pequeño fuera golpearle o hacerle algo peor, deseaba consolarlo pues se sentía culpable de haber actuado tan impulsivamente. Ahora tenía unas ganas locas de matar al Kim, por sus malos consejos.

Después sintió como la sangre se le heló, al escuchar como aquellos sollozos se habían convertido en risa, su cuerpo seguía agitándose pero ahora con más rapidez y fuerza. Era muy extraña aquella reacción para Yesung, le dio un poco de miedo; bien sabía que Halloween podría sacar lo más extraño de las personas.

- No sabes cuánto espere porque esto sucediera. – susurro Ryeowook algo avergonzado al notar la cara de susto que Yesung tenía. – Yo reía de felicidad, siento haberte asustado.

- No te disculpes, yo siento haber sido muy impulsivo.

- A mí me gusto que lo hicieras. – Ryeowook se sonrojo cuando lo dijo. – siempre supe que sería de esta forma, tu eres de pocas palabras y cuando las usas siempre terminas enredándote y confundiendo a los demás. – Yesung se alegró que el pequeño lo conociera tan bien.

- Creo que le debo una a ese escandaloso, egocéntrico y singular gato. – al saber a quién se refería, Ryeowook sonrió. – Wookie me gustas.

- Tú también me gustas.

Acto seguido, el pequeño se lanzó hacia sus labios. Por primera vez, Yesung lo vio tomar la iniciativa y disfruto ese momento. Una corriente invadió el cuerpo de Yesung al sentir aquellos suaves labios sobre los suyos, haciendo que su primer beso correspondido, fuera bonito y hasta mágico.

Sintiéndose completamente feliz, se dio cuenta que aquella extraña noche estaba resultando la mejor de todas y que sería el comienzo de muchas noches más al lado de Ryeowook.


***


La fiesta de Halloween del campus de la SME siempre terminaba con una gran fogata que se realizaba a campo abierto dentro de este. Siempre en el mismo lugar, rodeada por los diferentes arboles a la luz de la luna. Las llamas de la fogata alcanzaban una gran altura, perdiéndose por encima de los árboles.

Esta vez el comité se había esmerado, el prado estaba recién cortado, alrededor del claro estaba adornado con luces naranjas e incluso en los arboles habían colocado antorchas humeantes. Las mesas con bocadillos, eran alumbradas por velas, adornadas por calabazas y en el suelo un poco de paja esparcida. Todo lo que una noche tan mágica como Halloween merecía.

A Yesung se le antojaba que la noche era perfecta, el cielo estaba despejado por lo que las estrellas se podían observar brillantes, el clima frio le permitía acercarse o abrazar a quien ahora era su pareja.

Y entonces se dio cuenta, que sin ese habilidoso gatito no hubiera logrado nada de aquello. Heechul pertenecía también al comité de festividades, algo de todo lo que veían sus ojos parecía sacado de la imaginación de este. Sin duda tenía mucho que agradecerle esa noche, el pobre se había perdido la mayor parte de la fiesta y él se sentía un poco culpable.

Unos minutos después Siwon llego con Heechul aun sobre su espalda. Algunos de sus admiradores se acercaban a Heechul preguntando que le había pasado, pero al ver que este no respondía y se aferraba más al cuello de Siwon desistían dejándolos pasar.

Yesung se levantó de su lugar agitando las manos, haciéndoles señas para que se sentaran junto a ellos alrededor de la fogata, era el lugar más cálido para Heechul. De nuevo se sentó al lado de Ryeowook, quien se recostó en su hombro.

Como si fuera algo frágil y delicado, Siwon sentó a Heechul entre Yesung y él, después de todo ahora parecían ser muy buenos amigos.

- ¿Qué te dijeron en la enfermería? – pregunto Yesung.

- Dijeron que des gracias a shissus porque no perdí sangre, la tipo AB es muy rara y difícil de conseguir. – bromeo Heechul.

- ¡En serio! – dijo sorprendido. – yo tengo el mismo tipo. – la seriedad en la mirada de Yesung le dijo a Heechul que no mentía.

- Y porque eres tan raro entonces, no eres un AB normal. – le acuso.

Había encontrado la explicación del porque siempre sentía que a la mirada de Yesung no podía ocultarle nada. Entre tipo AB es imposible hacerlo, sus extraños caracteres se repelían porque desconocían esta parte de ellos. Pero ahora que se conocían, estaba seguro que serían cercanos y mejores amigos hasta que una fuerte discusión los separase.

- Estoy bien no se preocupen. – los tranquilizo Heechul, al notar las miradas de Ryeowook y Yesung sobre él. - me dieron algo para el dolor y tenias razón sobre mi pie.

- Nada de eso. – intervino Siwon. – Aun tiene que hacerse unos estudios para descartar algo malo en su cabeza.

- Ya sabemos que su cabeza tiene algo malo. – se burlo Yesung.

- Después de que casi me matas te atreves a burlarte. – reprocho callando a Yesung para después dirigirse a Siwon. - No los hare, odio los hospitales. No pueden obligarme. – peleo Heechul.

- Si, si lo harás. Si es necesario yo mismo te llevare. – le advirtió Siwon para después volver su cara a la fogata.

Se le veía tan serio, que Heechul no pudo refutarle más. Yesung veía la escena divertido, por primera vez en la noche noto que su ahora amigo se había quedado sin palabras. Entonces recordó aquella promesa que le hiciera.

- Heechul… - le llamo Yesung para que se acercara y pudiera hablarle en secreto. – recuerdas que prometiste qué harías lo que yo te pidiera al menos una vez. – afirmó.

- S… sí. – dijo Heechul algo titubeante.

- Este es el momento. – y señalando a Siwon. – dale una oportunidad, no te vas arrepentir.

Estaba ayudando a su dongsaeng, aunque esa noche Siwon solo haya tenido miradas interrogativas y una que otra mirada asesina por haberse vuelto tan cercano a Heechul.

- No es del tipo malo, pero lleva meses observándote a lo lejos y admirándote en secreto. Un completo pervertido, eso es ser malo ¿no crees? – sonrió tiernamente Yesung.

Aunque ya lo había pensado, estas palabras pronunciadas por su nuevo amigo le convencieron finalmente que no se estaba equivocando. Los sentimientos que despertaron en Heechul esa noche por la sincera preocupación mostrada por Siwon hacia su persona, la mirada cálida y dulce que se posaba en él cada que le miraba y todas sus atenciones.

Y claro que era su tipo… guapo, bellas facciones, cuerpo fuerte y trabajado, bellos ojos y hermosa sonrisa, proveniente de una de las familias adineradas de Seúl. Pero la personalidad de Siwon no le ayudaba, siempre oculto detrás de actividades extraescolares, bien podía ser uno de los populares.

Pero de esos ya tenía suficiente, así que sin tomar en cuenta esos atributos, ya estaba convencido de darse la oportunidad de conocer otro tipo de chico. Aunque eso no se lo diría a nadie, Heechul seguía teniendo su orgullo.

- ¡Ok, my friend!, solo porque prometí hacerlo. – susurro finalmente Heechul aceptando la propuesta de Yesung.

Al voltearse a ver a Siwon, se dio cuenta que este miraba atento los bailes que realizaban sus compañeros alrededor de la fogata. Seguramente si él no se hubiera lastimado el pie nada de esto habría sucedido y estaría danzando con aquellos que le seguían por su belleza y popularidad.

Pero ahora lo único que deseaba era estar al lado de Siwon, sentado a su lado como estaba, volverse cercano a él y conocerlo de todas las formas posibles. Viéndolo de perfil tan serio, se le veía tan guapo. Hasta podría aceptar que su belleza competía con la suya, pensaba Heechul.

Con estos pensamientos, enredo sus brazos alrededor del brazo de Siwon, lentamente recargo su cuerpo en él. Y como respuesta Siwon con su mano libre, acaricio levemente su mejilla para después posarla por encima de las manos de Heechul que aprisionaban su brazo.

Un Heechul sonriente dejo descansar su dolorida cabeza en el hombro de Siwon. Le gustaba y fácilmente podría acostumbrarse a ello para siempre.

- ¡Aaaaaah! Esto es demasiado genial, la fiesta de Halloween será mi favorita por siempre. – exclamo Ryeowook rompiendo el encanto.

- Si, hace mucho que no me divertía tanto en una de estas festividades mundanas. – se rió Siwon.

- Ahora si me estoy divirtiendo, aunque no me pueda mover. – lastimosamente dijo Heechul, lo que le gano que Siwon lo abrazara para hacerle sentir mejor.

- Antes también fue divertido. – inquirió Yesung, al recordar la extraña manera que se conocieron.

Pasaron el resto de la velada riendo y charlando amenamente. Heechul y Yesung estuvieron de acuerdo que esta búsqueda de tesoros los había llevado a encontrar a personas con quien invertir mejor su tiempo que los hacían dejar de pelear entre ellos como perros y gatos.

Aquella búsqueda los había llevado a encontrar el mayor tesoro de todos: La amistad y el amor.

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1 Comentarios

  1. Me encanto, me fascino...Etto debo confesar que medio me asuste cuando leí que se trataba de "Una relación realmente interesante entre Yeye y la Chula"... pero me arme de valor y lo leí completito y no me arrepiento... fue hermoso el desenlace de la historia, el intermedio muy peculiar y un comienzo bastante sugestivo e interesante... Es el segundo Shot que leo hoy de Lunis y me encanta, la forma en la que escribe sobretodo como describe el SiChul... Unnie Lunis komawooo por escribir lo *Espero que leas esto* Mew Komawoooo por publicarlo aquí lo ame!!! Aunque casi muero con tu descripción U.uº

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