Hasta que te humilles... Capitulo 09

Tengo media hora sentado en la cama esperando a que salga del baño. Estoy un poco impaciente y lo demuestro moviendo demasiado mi pierna. Veo el reloj en mi muñeca, son casi las 10 de la mañana y él no sale.

¿Será que se siente mal? ¿Habrá sido demasiado para él?. Sonrío al recordar lo que ocurrió la noche anterior. ¿Quién iba a decirme que el pequeño enojón sería tan apasionado y atrevido con algunas copas de más.

Respiro hondo, me levanto y camino hasta la puerta del baño. Recargo mi oído para intentar escuchar, escucho... Sollozos! Qué demonios! Se supone que debería estar feliz!

Eso es lo que dicen ¿no? Que la primera vez que tienes relaciones al día siguiente despiertas más contento, porqué si, noté que era la primera vez que tenía relaciones, por lo menos con un hombre. Aún recuerdo la primera vez que tuve relaciones, desperté más relajado y satisfecho, fue con esa chica que mis padres contrataron para que me vigilara en la escuela.

Mi mente divaga un poco recordando aquellos momentos, era un total inexperto, pero lo que a mi me falta de experiencia a ellavle sobraba y realmente se sintió muy bien. Volteo a ver la puerta del baño, ¿no fue así para él? Eso comienza a molestarme un poco.

-RyeoWook!.- toco la puerta.- ¿estás bien?.-

-...- no contesta, solo escucho ruidos adentro

-RyeoWook!...- sigo tocando insistentemente

-Ay ya!!! Deja de tocar la puerta!!...- grita molesto

-Pues sal de baño, tienes más de media hora ahí encerrado!, me muero de hambre!.- contesto igual, en el mismo tono que él

-¿Quién te tiene aquí? Vete!.- definitivamente es más simpático borracho

-Está bien, pero luego no me eches la culpa si no puedes caminar hasta tu cama de regreso!.- me burlo un poco de él

La verdad es que estoy consciente de que debí ser un poco más gentil cuando noté que no tenía experiencia, pero fue imposible, sobre todo cuando se puso cariñoso y juguetón. Doy un brinco entre asustado y burla cuando escucho un fuerte golpe en la puerta, seguramente arrojó algo.

-Largo!!...-

-Sí, sí, ya me voy...- contesto entre risas, apenas estoy diciendo eso cuando el timbre de su casa suena

Respiro hondo mientras volteo a ponerme el resto de mi ropa. El timbre sigue sonando desesperado. Veo por última vez la puerta del baño, ni siquiera para abrir la puerta sale, niego con la cabeza ante su actitud.

Voy hasta la puerta del departamento para salir de ahí, comienzo a pensar en como voy a tratarlo a partir de ahora, tal vez voy a terminar fuera de la nómina o en otro cargo, muy lejos de él. Abro la puerta sin prestar mucha atención, y me topo de frente con ese tipo.

-Tu! ¿Qué haces aquí?.- me sujeta del cuello de la camisa...

-Eit!.- sujeto sus manos para impedir que me sacuda...

-¿Qué haces en el departamento de Wookie?!.- me le quedo viendo fijamente, sonrío poco a poco, me había olvidado por completo del noviecito

-¿No adivinas?.- solo esa pregunta bastó para que casi se le salieran los ojos de sus orbes

-Eres un.... – aprieta los labios y se detiene un momento...- ¿recordaste?!.- frunzo el ceño

-¿Recordar? ¿qué?.- y ahí si, no la vi venir, un fuerte golpe en mi rostro me hizo estrellarme contra la pared

Me quejo por el dolor y llevo una mano a mi boca. Tengo el sabor de la sangre en mis labios. Me le quedo viendo fijamente. Sonrío de lado.

-Deberías cuidar mejor a tu novio, anoche estuvo a punto de irse con dos tipos- comienzo a decirle...- afortunadamente para mí, fui yo quien se lo llevó a casa.- digo con toda la intención de que entienda que estoy jactándome de que me he acostado con él.

-Imbécil!.- me vuelve a sujetar del cuello de la camisa, pero esta vez me avienta afuera del departamento

De nuevo me estrello contra la pared. Le sonrío antes de que cierre dejándome afuera.

-Rayos!...- me quejo de nuevo limpiando la sangre en mi labio.- eso dolió.- respiro hondo y bajo al estacionamiento...

Estoy sentado en el auto de la compañía. Observando fijamente hacia enfrente, no puedo dejar de pensar en lo que pasó. Debo aceptarlo, me agradó el RyeoWook travieso, atrevido, apasionado y sobre todo cariñoso. Sus ojos me veían de forma diferente, si tan solo fuera así todo el tiempo.

Suspiro hondo dejando caer mi cabeza sobre el volante, no puedo quitar de mi boca el sabor dulce de sus labios, aún siento sus manos en mi espalda acariciándome. Diablos! Quiero volver a sentir ese calor que me envolvió al tenerlo en mis brazos. Cierro los ojos.

No sé cuanto tiempo llevo sentado ahí, pero debo ir al trabajo. Abro los ojos y me topo con esa jirafa de peluche tirada casi debajo del asiento del copiloto. Sonrío. Me inclino para recogerla.

-Parece que a ti te han dejado olvidada de nuevo.- le digo mientras intento acomodarla en el tablero-¿qué es esto?...- pregunto al ver algo en una de sus patas...

Me quedo en silencio, un poco sorprendido. Mi corazón empieza a latir de forma inusual. Sonrío pensando que esto no puede ser posible, seguramente es una coincidencia. Acerco el muñeco. Observo de cerca la pata.

- ¿recordaste?!.- 

La pregunta que antes no entendí empieza a rondar mi cabeza. ¿Recordar?. Me quedo viendo fijamente la jirafa.

Flashback

Estoy sentado en el pasto, detrás de uno de los edificios de la escuela. El niño regordete está junto a mí, con la jirafita que le compré.

Hace unos días volví a hablar con él. Me invitó un poco de su pastel, para no ser interrumpidos lo llevé a ese lugar. Desde entonces en la hora de descanso me desaparezco a mis amigos y corro hasta ahí para poder ver al niño de los cachetes lindos.

Cada vez que lo veo mi corazón se acelera, no sé si sea por la carrera que pego para llegar rápido, o porque el niño lo hace latir así. Solo sé que la hora de descanso se ha vuelto la más importante en la escuela.

Estoy observando fijamente como come un pedazo de panqué. Sus labios y parte de sus mejillas están llenas de boronas. Se ve tan lindo!

-Woonie...- salgo de mis pensamientos.- ¿quieres un poco más?...-  extiende su mano con un pedazo de panqué hacia mí

-No, cómetelo tu. – sonrío.- me gusta verte comer tus panqués.- le digo mientras limpio las boronas de su rostro, el cual se ha puesto completamente rojo.

Detengo mi mano al verlo así, de pronto mi corazón de niño inexperto empieza latir desenfrenado, unas ganas intensas de sentir sus labios empiezan a invadirme. Pero él es mucho menor que yo, no quiero asustarlo, así que me contengo.

Respiro hondo. Me recargo en la pared. Retiro mi mano de su rostro.

-Te voy a esperar...- murmuro...

-¿Huh?...- el niño ladea su cabeza sin entender...

-Voy a esperar que crezcas para poder robarte un beso.- de nuevo su rostro se ha puesto rojo como tomate. Inocente abraza la jirafita contra su pecho, sonríe tímidamente...

-¿En verdad? ¿Vas a robarme un beso?...- pregunta...

-Si! Y entonces seremos novios y nos vamos a casar, te voy a comprar muchos pasteles y dulces para que puedas comer todo lo que quieras!.- le digo emocionado, puedo ver sus ojitos brillar...

-¿Y también panqués?!.- pregunta...

-Sí! También panqués!.- muerde su labio feliz y vuelve a darle una mordida al pan en su mano

Estoy a punto de limpiar las boronas en sus labios cuando escucho la voz de uno de mis amigos. Me detengo y me pongo de pie rápido.

-¿Qué haces aquí Jong Woon?!.-

-¿Eh?! Nada! Yo solo estaba...- se me queda viendo fijamente

Veo por encima de su hombro y mis otros amigos vienen caminando hacia donde estamos. Eso me pone un poco nervioso. Volteo a ver al niño de los cachetes antojables. Me ve sorprendido, confundido, con miedo.

-¿Estabas molestando al gordito sin nosotros?.- dice uno de mis amigos que acaba de llegar, volteo a verlo...

-Yyo...- no sé que decir... estoy nervioso

La presión de mis amigos empieza a ser demasiada. Están viéndome fijamente, los conozco, se como son, se que cuando alguien se convierte en su objetivo no lo dejan tranquilo hasta que logran quebrarlo. Paso saliva nervioso.

-Oh! Mira ahora el niño carga un muñeco de peluche con él a todos lados!.- abro los ojos sorprendido cuando escucho a otro de mis amigos hablar de la jirafa...

-Que gay!.- sentencia otro...

De pronto uno se acerca a querer quitarle el muñeco al niño gordito. Éste abraza fuerte su muñeco para defenderlo.

-No!! Kiki no!!!.- grita con fuerzas dejando caer el pedazo de panqué al piso

Se ha puesto de pie arrinconado en la pared, está viéndome, pidiéndome que haga algo. Pero yo solo observo. Logran quitarle a la jirafita, mi amigo regresa hasta donde estamos riéndose, burlándose.

-Anda Jong Woon, vamos a jugar a los peluches!...- empiezan a reírse, aventarse la jirafa de un lado a otro

El pequeño solo llora angustiado, como si le estuvieran quitando algo sumamente importante. De pronto el juguete llega a mis manos y el juego termina.

-Ya me aburrí.- dice uno de mis amigos... – rómpelo y vámonos.- volteo a ver a mi amigo sorprendido.

-¿cómo?...-

-Rómpelo y vámonos, dicen que hoy hay leche con chocolate en la cafetería, anda!.-

Me quedo realmente sorprendido, sin saber que hacer. Pero mis amigos empiezan a insistir, a hacer presión. Era solo un niño, la presión de mis compañeritos de escuela siempre influyeron en mí. Por algo era conocido como uno de los más traviesos.

Sin ver al pequeño regordete solo tomé a la jirafa de una de sus patas, tiré con fuerza de la tela y ésta cedió. No quería verlo a la cara, simplemente lo hice. Uno de mis amigos tomó de nuevo la jirafa y se la regresó.

-Ten, ahora si se ve lindo tu juguete niño gay!.-

Clavé mi vista en el piso, podía ver los piececitos del niño gordito parado frente a mí. Quería llorar por haber hecho eso, pero me contuve, no quería perder el poder que tenía en la escuela como niño travieso y peleonero.

-Vamonos!.-

-Si! Ya van a tocar el timbre, yo quiero chocolate!...-

Comenzaron a correr de regreso al patio principal, incitándome a ir con ellos, jalando de mi brazo. El pequeño niño seguía llorando frente a mí, vi como dejó caer la jirafa en el pasto, se dio la vuelta y salió corriendo.

Empecé a dar pasos hacia atrás, viendo la jirafa rota tirada, me di la vuelta y comencé a correr junto a mis compañeritos. Esa fue la última vez que el niño de los cachetes lindo fue a ese lugar.

Solo una vez lo vi, junto a ese niño alto de pelo castaño, y después nunca más.

Fin Flashback

-Kiki...- murmuro viendo el peluche en mis manos... -¿eres Kiki?...- mi corazón está demasiado acelerado...- ¿eres el mismo Kiki?...- sigo preguntándole al peluche como si pudiera contestarme...

Es demasiada coincidencia, una jirafa idéntica podría pasar, pero con una costura en el mismo sitio en donde yo mismo la rompí es imposible! Es Kiki!

De pronto la realidad me golpea...

-Oh diablos!! Me acosté con él!!...- exclamo sorprendido mientras cubro mi boca

No sé que hacer, empiezo hilar cabos, ahora entiendo porque me trata de esta manera, él sabe que soy el niño que rompió su jirafa, el mismo que prometió esperar a que creciera para casarse con él. Lo sabe!

Y ese  niño, el que siempre estaba consolándolo... es... Kyuhyun!! Rayos!! No me agrada nada!!

Tomo la jirafa, salgo del carro de prisa, tengo que llegar a la oficina rápido, necesito estar seguro de todo esto. En cuanto se abren las puertas del elevador no me detengo, voy directo a su oficina. Sin tocar, abro la puerta para hablar con él.

-RyeoWook!...- me detengo

Mi corazón está a punto de salirse de mi pecho, la sangre empieza a hervir en mi interior. Aprieto con fuerzas a Kiki, tengo ganas de golpear a alguien y creo saber a quien!

Kyu tiene a mi pequeño de cachetes antojables sujeto de la cintura, y le está dando un beso. Mi pequeño solo está quieto, sus brazos a los lados. En cuanto escuchan que entro, lo empuja. Ambos voltean a verme.

-Tu!!...- le grito a Kyu Hyun.- quita las manos de encima de él!.- de inmediato se pone frente a RyeoWook para enfrentarme

-¿Y porqué?! Es mi novio, ¿no lo recuerdas?!.- aprieto los labios molesto

Veo a Wook por encima de su hombro, está sorprendido de lo que está pasando. Veo el peluche en mis manos, lo levanto y busco a Ryeo Wook para mostrárselo.

-Es Kiki...- le digo Wook se me queda viendo sin expresión...- ¿no es así? Es Kiki! La Jirafa que te compre cuando éramos niños.- gira su rostro para evitar mi mirada

-No sé de que hablas... hay muchos muñecos de peluches iguales, lo estas confundiendo- eso me enfurece, estoy seguro de lo que digo...

-Es el mismo.- giro el muñeco para mostrarle la pata.- esto se lo hice yo mismo, claro que sé que es Kiki!.-

Estoy avanzando paso a paso mientras hablamos, pero de nuevo ese tipo se pone entre nosotros y comienza a empujarme hacia fuera de la oficina.

-No sé que te estas pensando, pero no deberías hablarle así a tu jefe y a mi novio.- volteo a verlo realmente furioso

-Ya no es tu novio!.- le grito.

-¿De qué demonios hablas tarado?!.- me contesta...

-Es mío! Y no lo vuelvas a tocar! ¿Entendiste?!.- lo empujo

Estamos a punto de liarnos a golpes cuando Ryeo Wook hace que me detenga.

-Por favor Jong Woon, ¿crees que porque me acosté contigo ahora soy de tu propiedad?.- bufa...- no eres el único.- respira hondo...- si, es Kiki, aún la conservo, pero no por el motivo que tu piensas.- camina hacia Kyu- la conservo porque Kyuhyunie la reparó para mí.- lo abraza.- por favor, regresa a tu lugar de trabajo sino quieres que te despida.-

Me he quedado sin saber que decir, parado frente a ellos.

-Ya oíste, sal de aquí.- Kyu me arrebata a Kiki y me empuja afuera de la oficina

Me quedo viendo la puerta fijamente. Wook me ha rechazado. Nunca me habían rechazado. Pero más que ese sentimiento, está el hecho de que ha sido él, el pequeño de quien me enamoré de niño.

Se supone que es el amor de mi vida, estuve esperando a volver encontrarlo algún día, ahora que lo he hecho no pienso dejar que las cosas sean así. Yo sé que siente algo, esa noche me lo demostró. No voy a darme por vencido, de alguna manera voy a recuperarlo!