-¿Quién demonios es?!!!.-
-Princesa... no grites-
-Ay pero es que a quien se le
ocurre venir a visitarnos precisamente el primer fin de semana que tenemos
nosotros solos en casa!.-
Oh! Chicas!
-¿Quién es princesa?.-
-Siwon no molestes, las
chicas llegaron y es mi turno de contarles!!!.-
-¿Pero creí que aún quedaban
trajecitos que querías medirte?.-
-Ssh! No digas esas cosas,
¿qué van a decir las chicas?! Anda, ve a buscar a los niños a casa de Dong
Hae.-
-Si, si, ya voy.-
-Ah! Y no te olvides de
llevarle el licuado de plátano que le prometiste!-
-Si, si-
Pasen chicas, pasen! Veo que
algunas aún andan crudas después de la fiestecita. Si, lo sé, me quedó preciosa
esa boda! Creo que voy a poner mi propio negocio para organizar eventos! ¿Qué?
¿Por qué no? Ash! Que delicadas, ni que fuera tan histérico... ¿qué? ¿por qué
hacen esas caras?
Ay bueno, olvídenlo! Mejor
vamos a sentarnos para seguirles contando, si quieren algo de tomar, debieron
traerlo de su casa, yo no tengo mas que agua del botellón, pueden servirse toda
la que quieran, pero no me interrumpan.
Bien...
Habían pasado ya dos semanas
desde que Siwon me había sacado de mi casa, las cosas seguían igual, DongHae
como mi enfermero y yo encerrado aquí sin poder salir más que en algunas
ocasiones y siempre acompañado de Hae.
La verdad no es que me
quejara, estaba siendo tratado como una princesa, mi Simba me traía todo lo que
le pedía y hasta lo que no, y con eso me refiero a inmensos arreglos florales,
con bonitos girasoles, chocolates, muñecos de peluche, en fin todo lo que se
ocurría.
Pero siendo sincero, yo
estaba preocupado, no sabía que había pasado con mis padres, ¿cómo había
terminado todo eso? ¿qué había hecho Hangeng?
Me preocupaba saber que mi
hermano estaba en otro país, solo, sin nadie que lo apoyara como Siwon hacía
conmigo, por eso procuraba llamarlo por lo menos cada tercer día, saber que
todo estaba bien con él.
-Si blancanieves, ya estoy
mucho mejor, ya no me siento mareado.- hablaba con él por teléfono
-¿En serio? ¿No me estas
mintiendo?...-
-No. Pero tu, ¿cómo
estás?¿qué te ha parecido la escuela? ¿cómo te han tratado los australianos?.-
-Estoy bien, creo que me
adaptaré.- lo escuché suspirar.- lo importante es que tu estas bien Rella,
estaba asustado, ni siquiera pude despedirme de ti.- lo escucho lloriquear.- te
veías muy mal.-
-Pero ya estoy bien, no te
preocupes más por mi, ¿de acuerdo?.-
-Si, de acuerdo.-
-Bien, entonces te llamo el
fin de semana, cuidate.-
-También tu, salúdame a
Siwon.-
-Lo haré.-
Corté la llamada, puse el
teléfono en su lugar, me recosté en la cama, me giré de lado, hacia el centro,
abracé una almohada, suspiré y sonreí a Dong Hae que estaba igual en la cama
recostado, de lado viendo hacia el centro.
Después de cuidar de mi por
dos semanas, en verdad Hae y yo nos hicimos muy buenos amigos, Dong Hae se
convirtió como en un segundo hermano, ninguno de los dos teníamos mucho que
hacer mientras esperábamos a que regresar Siwon del restaurante, así que nos
pasábamos las horas platicando como buenos
hermanitos.
-¿Cómo está?.- suspiré
-Parece que bien.- hice una
mueca.- aunque suena un poco triste.- de nuevo suspiré preocupado.- quisiera
poder estar con él.-
Nos quedamos callados unos
momentos, solo viéndonos fijamente, en ese momento Hae y yo teníamos algo en
común, por eso sabía que él entendía lo que yo estaba sintiendo al estar lejos
de Ki Bum.
-¿Has sabido algo de tu
hermano?- le pregunté, eso era lo que teníamos en común, los estábamos lejos de
nuestros hermanos
-Nada...- se encogió de
hombros.- es como si se estuviera escondiendo porque no quiere ser encontrado.-
hizo una mueca, se veía triste, y aunque no lo crean, yo no puedo soportar ver
a Hae triste
-Ya hombre, quita esa cara.-
sonreí.- tu aquí preocupado, y estoy seguro que tu hermano debe haberse
encontrado a un novio rico que debe estarlo llevando a lugares increíbles en
todo el mundo!.- Hae comenzó a reír
-Ojalá sea cierto Hee.-
suspiró
De nuevo nos quedamos
callados unos momentos.
-Le he dicho a Siwon que tal
vez debería empezar a trabajar en el restaurante.- de pronto dijo
-¿Huh?.-
-Si, tu ya estas bien, no
necesitas que esté aquí contigo, me sentiría más productivo si atiendo las
mesas en “El Choi”.- hice una mueca
-¿Y que voy a hacer yo aquí
solito?.- hice un puchero
-Deberías ir también a
trabajar, no creo que Siwon te niegue nada, tal vez hasta haga socio si se lo
pides.- comenzó a reír
Evidentemente Dong Hae estaba
disfrutando el hecho de que según él, Siwon estaba totalmente enamorado de mí,
tanto que haría cualquier cosa que yo le pidiera. Yo la verdad no estaba muy
seguro de eso.
Seamos sinceros, ¿quién en su
sano juicio estaría seguro de eso? Sobre todo cuando acaba de ser engañado por
“el amor de su vida”, y había terminado al borde de la muerte porque sus padres
lo habían drogado para que se casara para amarrar un negocio con la persona que
tanto daño le hizo. Sin contar que esa misma persona se había atrevido a
romperle el corazón también a mi hermano.
Por lo menos, yo no.
Suspiré hondo. Me giré para
quedar viendo el techo. Mi corazón latía muy deprisa con el simple hecho de
hablar de Siwon. Yo sabía que me sentía atraído por él. Pero de ahí a decir que
estaba enamorado, era muy diferente. Sobre todo cuando yo no creía que Siwon me
quisiera en verdad.
-Dong Hae.-
-¿Si?-
-¿Alguna vez has estado
enamorado?.-
-No.- sonreí
-Que bueno. – contesté.- el
amor es un asco, solo te rompen el corazón y te dejan con un corazón
inservible.-
Hae guardó silencio unos
momentos. Yo no esperaba que contestara, simplemente estaba contándole como me
sentía, y porque lo que él me decía me resultaba tan difícil de creer.
-Tal vez el amor sea un
asco.- comenzó a hablar, se giró también para quedar viendo el techo, suspiró.-
no lo sé, nunca he estado enamorado, quisiera estarlo, saber lo que se siente
que tu corazón palpite rápido cuando vez a esa persona, o que las mariposas
vuelen tu estómago.- suspiró de nuevo.- saber que si realmente amaste, y te
dejaron el corazón roto, tanto que duele, entonces tu corazón no está
inservible, solo está descompuesto y necesita tiempo para volver a confiar.-
Sonreí levemente al
escucharlo. Sus palabras hicieron que un nudo se formara en mi pecho. No quería
llorar.
-Que intenso eres Dong Hae.-
bromee intentando desviar la atención
-Lo sé, me gusta pensar así.
Algún día conoceré a esa persona que haga que mi corazón se acelere. Un hombre
alto, moreno, pelo castaño, fuerte, varonil.-
Si lo sé, que equivocado
estaba Dong Hae en la descripción de su príncipe azul. Estoy seguro que si en
ese momento le hubiera dicho, ¿de qué estas hablando? ¿Ya viste acaso la foto
de la persona con la que te vas a casar? Para nada es ese príncipe azul! Es un
“babuino”! De seguro Dong Hae cae de espaldas desmayado de la impresión!
Pero bueno, no desviemos la
conversación de lo más importante. Yo.
Decidí seguir el consejo de
Dong Hae. No, no me refiero a esas cursilerías que dijo sobre el amor, eso iba
a tardar aún más, o por lo menos eso pensaba yo. Sino al hecho de que debía
regresar a trabajar, en verdad no tenía nada que hacer, y estaba empezando a
preocuparme por mi futuro.
Después de haber escapado de
casa, no pensaba regresar con mis padres, y eso significaba una cosa de seguro,
no tendría ni un solo centavo de ellos. Por eso debía buscar que hacer, lo cual
sería muy complicado tomando en cuenta que yo realmente no terminé de estudiar,
abandoné mis estudios para casarme con Hangeng.
La única opción que me
quedaba era pedirle a Siwon que me dejara seguir trabajando en “El Choi”.
-¿Estas seguro?.- bajó la
cuchara y la puso sobre su plato de cereal
-Si.- mordí mi labio.- has
hecho demasiado por mí, no puedo seguir viviendo aquí como un arrimado, yo...-
-No eres un arrimado
princesa.- mariposas revolotearon en mi estómago, siempre lo hacían cuando me
llamaba de esa forma.- lo hago porque me importas.- apretó los labios
Estoy seguro que estaba
conteniendo sus ganas de decir de nuevo alguna tontería, ya saben algo como
“¿por qué no te casas conmigo y evitamos el que te sientas como un arrimado?” o
algo así, típico de Siwon.
-Yo sé que te ocasiono más
problemas que realmente ayudar, pero en verdad necesito hacerlo, no quiero
estar encerrado aquí.-
-¿Y si tus padres te
encuentran?.- apreté los labios
-Algún día tengo que
enfrentarlos, no puedo pasarme toda la vida escondiéndome de ellos.- hizo una
mueca, preocupado, suspiró
-Está bien, puedes venir
conmigo al restaurante.- sonreí
-Gracias Siwon.-
-De nada, sabes que siempre
haré lo que me pidas.- rozó mi mejilla con su mano
Un cosquilleo recorrió mi
rostro y bajó hasta mi estómago. Escucharlo decir eso fue realmente lindo. Pero
casi termino riéndome al recordar lo que DongHae me había dicho, tal vez si le
pediría que me hiciera su socio.
-Heechul!.- Shindong salió de
la cocina cuando escuchó a Siwon, sabía que vendría con él porque ya les había
hecho el anuncio a todos.- mira nada más que pálido y delgado estás! Voy a
prepararte algo de comer!.- dijo después de darme un abrazo cálido, para
regresar a la cocina
Ni tiempo me dio de
saludarlo, la verdad lo extrañaba a pesar de que nuestro comienzo no fue de lo
más lindo.
DongHae en cuanto me vio
corrió a abrazarme emocionado.
-Hee! Vamos a trabajar
juntos! Será muy divertido!.-
-Si, lo sé.- sonreí
-Oppa, pero ya no necesitamos
más meseros.-
Si, lo que están pensando.
Yoona no estaba muy feliz de verme, y no tardó en hacer un comentario con
respecto a mi regreso al restaurante.
-Nunca está de más otro
mesero.- contestó Siwon tranquilo, demasiado paciente con ella
-Pero oppa, más que ayuda
será un estorbo, siempre ocasiona problemas, no sabe ni servir un vaso de
agua.- apreté los labios conteniéndome
-Déjalo ya Yoona, ve atender
las mesas.- hizo una mueca
-Está bien oppa.- se giró, me
vio de arriba hacia abajo y se fue a seguir trabajando
Les juro que no me faltaron
ganas de tomarla del cabello y darle una buena sacudida, tuve que hacer un
esfuerzo sobre humano, bueno, además de que Hae me sujetaba fuerte de los
brazos para no dejarme hacerlo.
-Ven Heechul, no hagas caso,
está celosa.- respiré hondo
-Lo sé.- levanté el rostro orgulloso.-
soy más lindo que ella, debe estar muy celosa.- Hae comenzó a reír
-Si, lo eres.- me tomó de la
mano.- vamos, debes ponerte tu delantal y tomar una libreta.-
Ustedes saben, en realidad
eso de ser mesero no se me da mucho, en eso la tonta de Yoona tenía razón, muy
apenas si había aprendido a servir un vaso de agua sin derramarla, de nuevo me
enredaba con las órdenes, y al servirlas eran un caos porque no recordaba quien
había pedido que.
Afortunadamente DongHae
siempre estaba ahí para arreglar mis “pequeños” errores. Todo lo contrario de
Yoona que solo se la pasaba evidenciándome frente a todos, remarcando mis
errores, haciéndole un reporte diario a Siwon de mis acciones. Comenzaba a
colmarme la paciencia!
Apenas habían pasado dos
días, yo ya quería asesinar a esa chamaquita. No solo por que no dejaba de
atacarme, también porque cada vez que veía a Siwon entrar al restaurante,
corría a colgarse de su brazo!
“Oppa, ¿cómo te fue?” “Oppa,
¿desayunaste? ¿no quieres que le pida a Shindong que te prepare algo?” “Oppa,
te ves cansado, deberías ir a casa”
Dos días viendo lo mismo,
empezaron a crispar mis nervios, sobre todo porque Siwon solo le sonreía sin
apartarla.
-Oppa.- giré mi rostro
mientras servía un vaso de agua en una de las mesas, tan solo escuchar esa
palabra hacia que mi estómago sintiera ganas de vomitar.- te ves más delgado.-
abrí los ojos sorprendido cuando Yoona pasó su mano por el rostro de Siwon.-
tienes que comer bien.- Simba simplemente sonrió
-Estoy bien, como lo
suficiente.- sujetó su mano, la puso entre las suyas palmeándola levemente.- no
te preocupes tanto, pero te lo agradezco.-
Mi respiración empezó a
agitarse, no solo tenía ganas de tomar de las greñas a Yoona, sino también de
llorar, mi corazón latía rápido, pero al mismo tiempo un nudo inmenso se
arremolinaba en mi pecho.
-Oye! Cuidado!...- el grito
del cliente me hizo darme cuenta de que no había dejado de servir el agua
mientras observaba la escena, bajé la jarra
-Lo siento...- voltee a ver a
Siwon, él estaba observándome, al escuchar al cliente giro para enterarse de lo
que estaba ocurriendo.- yo... limpiaré esto...- de nuevo giré hacia el cliente,
pero con mi mano tumbé la jarra sobre sus piernas
-Cuidado!!!.- el cliente
estaba molesto y con justa razón
-Lo siento, yo...-
-Yo lo hago Heechul.- Dong
Hae llegó para auxiliarme, levanté la vista, Siwon seguía observando,
Apreté con mis manos el
delantal, estaba experimentando algo que no me agradó mucho, y empeoró cuando
Yoona, puso sus manos sobre el brazo de Siwon. Sentí como mis ojos se llenaban
de lágrimas, vi a mi Simba ponerse de pie preocupado al ver mi expresión. No
esperé a que se acercara, simplemente caminé hasta la puerta y salí, no quería
estar ahí, no quería que me vieran llorar.
-Heechul!!...- lo escuché
gritarme, pero no me detuve
No tenía a donde ir, mis
cosas y mi ropa estaba en su casa, así que me dirigí ahí. En cuanto entré, me
sujeto de la muñeca y me hizo girar a verlo.
-Princesa, ¿qué pasa?.-
Yo estaba muy enojado. No
podía entender como es que estaba a punto de creer lo que Hae me decía, eso de
que Siwon me quería, de que haría lo que fuera por mí, que no tenía ojos para
nadie más. En los dos días que había estado en “El Choi”, Simba no había dejado
de coquetear con Yoona. O por lo menos eso era lo que yo había percibido.
-Sueltame!!.- forcejé hasta
que pude soltarme
Subí las escaleras y me
encerré en la habitación.
-Heechul!...- comenzó a tocar
la puerta
Caminé hasta la cama, me
recosté en ella. Mi corazón dolía mucho.
-Vete Siwon, déjame en paz.-
murmuré aunque sabía que no me escucharía
Cerré los ojos y me cubrí con
la cobija intentando no escuchar sus golpes, y deje escapar mis lágrimas.
Lo sé, yo estaba en el drama
total! Y si, también lo acepto, estaba exagerando la situación, pero es que en
esos momentos, cualquier movimiento en falso de Siwon eran fatales para
nosotros, era demasiado reciente todo, mi corazón aún no había sanado.
No sé cuanto tiempo estuve
encerrado, había cerrado los ojos y me había quedado dormido. Me senté en la
cama, la casa se escuchaba muy silenciosa. Suspire profundo, sintiéndome
deprimido, según yo, había comenzado a ilusionarme y de nuevo había sido
traicionado.
Me levante, caminé hacia la
puerta, antes de abrirla para salir, volvía a suspirar, no sabía que haría
ahora con mi vida, pero ya encontraría algo, ahora solo quería que el corazón
dejara de dolerme. Salí de la habitación, pasé mis manos por mi rostro
limpiando cualquier rastro de lágrimas.
-Princesa...- giré
sorprendido cuando escuché la voz de Siwon a mis espaldas
-Siwon...- murmuré
sorprendido al verlo sentado en el piso a un lado de la puerta
Mi corazón se aceleró, Siwon
se puso de pie y antes de que volviera a huir me abrazó.
-Hee.- susurró en mi oído.-
no te vayas, no huyas de nuevo.- apreté los labios, sujeté la playera con mis
manos en su espalda
-Me duele...- murmuré, Siwon
de inmediato se apartó de mí
-¿Qué te duele? ¿quieres que
llame al médico?.- negué con la cabeza, de nuevo sentía mis ojos llenos de
lágrimas
-Me duele aquí...- le dije
señalando mi pecho.- ya no quiero sentirme así, cada vez que creo que algo
bueno me ha pasado, alguien más aparece y lo aleja de mí.- frunció el ceño
-¿De qué hablas?.- hice un
puchero
- Yoona.- balbucee, abrió los
ojos realmente sorprendido
-¿Cómo?.- aún seguía haciendo
un puchero
-Te gusta... tu coqueteabas
con ella...-
-NO!.- de inmediato
contestó.- por supuesto que no!.- exclamó
Abrió la boca para decir algo
más, se detuvo, respiró hondo, se pasó una mano por el pelo. Estaba pensando en
las palabras que diría. Finalmente
volvió a respirar hondo, me sujetó por los hombros para verme a los ojos.
-Princesa. No hay nadie más
en mi corazón que tú. Yoona solo es una empleada a la que conozco de hace
muchos años, su abuela trabajó en el restaurante desde que mis padres lo
abrieron.- mi corazón seguía latiendo de prisa.- pero si te molesta, puedo
despedirla.- abrí los ojos sorprendido
-¿En verdad?...- murmuré
-Si, si ella te hace sentir
así.-
-No lo harías...- hice de
nuevo un puchero.- es buena mesera...-
-Pero te prefiero a ti, por
que a ti te amo princesa.- mordí mi labio al escucharlo decir eso
No pude contestarle, aunque
podía ver que era sincero, estaba haciendo algo que Hangeng nunca hizo. Me veía
a los ojos fijamente cuando dijo “te amo”, sin dudar, sin titubear un poco,
seguro de lo que estaba diciendo.
Pasó sus manos por mis
mejillas, y de nuevo volvió a abrazarme. Mi corazón empezó a relajarse. Siwon
estaba empezando a curar mi corazón, podía sentirlo, podía escucharlo en mis
palpitaciones.
-Llegamos!!
-Papi!!!
-Oh mi niños, ¿cómo se la
pasaron con el tío Dong Hae?-
-Bien!! Papi, Hyukie me
enseñó un juego nuevo!.-
-¿En serio Min Ki? ¿qué
juego?.-
-Se llama “La conshullta
médishca”.-
-¿Qué?!!!.-
-Ay Siwon! No grites así! Me
vas a dejar sordo.-
-¿Pero no escuchaste lo que
dijo mi muñequito? Te juro que un día Hyukie me va a hacer olvidarme de que es
solo un niño!!.-
-Ay ya, ya, deja eso. Siwan,
mi vida, ¿cómo te fue?.-
-Bien... –
-¿Huh? Solo así, bien.-
-...-
-Cielos, Siwan, tienes que
dejar de ser tan tímido. *muack * Anden, vayan a jugar a su cuarto. *muack *–
Waaaa... que lindos salieron
mis bebés. ¿verdad chicas? Lo sé, lo se, sacaron mis genes. Ay bueno, también
los de Siwon!
-Por cierto! ¿Le diste el
licuado de plátano a Hae?.-
-Si princesa, no tardó ni
cinco minutos en terminárselo. Fue tan de prisa que de inmediato le dieron
ganas del ir al baño, y después ese departamento fue todo un caos.-
-¿Eh? ¿Por qué?.-
-Por que Dong Hae salió
histérico del baño con una prueba de embarazo, gritando cosas como “Mono
lujurioso, te dije que usaras condón” o “Ahora si te operas!”.-
-Oh! ¿En serio?! Jajajajaja!!
Aún no puedo creer que haya tardado tanto tiempo!!.-
-Espera! Que quien le dio la
idea fue EunHyuk, al parecer estaba harto de ir a comprarle los dichosos
licuados, y le dijo, “con un demonio Hae, ¿estas embarazado o que te pasa?” Por
eso cuando llegué por los niños, Hae ya tenía la prueba lista para hacerla.-
-Jajaja! Ay! No, no puedo!
Ese par son unos tontos, ¿cómo es posible que no notaran los síntomas? Me
pregunto en donde van a meter a tanto niño en ese departamento tan chiquito.-
-Si, van a tener que buscar
casa pronto.-
-Que ni se les ocurra venir a
pedir asilo aquí! Y tu ni ofrezcas la casa! –
-No, como crees! ¿Y pasar
tres años más sin verte lucir esos trajecitos?.-
-Sshhh deja de ser tan
indiscreto!.-
-Pero si ellas ya saben de
los trajecitos.-
-Siwon!. Ash! Olvídalo! Mejor, qué te parece si vas a visitar a Zhou
Mi y a Henry? O a Ryeo Wook y su marido? tal vez me traigas un buen chisme.-
-Oye, yo no tengo la culpa de
que las cosas sucedan mientras estoy de visita.-
-Si, si, lo que tu digas.-
-Estas jugando con fuego
princesa, no me sigas ignorando así, que puedes obtener un castigo.-
-Uuuuh ¿un castigo? ¿cómo
cual?.-
-Solo te diré que tiene que
ver con cierto traje de mesera que tienes guardado.-
-Oooh... eso suena
interesante... *muack * creo que quiero ese castigo...*muack *-
-Entonces despide a las
chicas, que aún tenemos que dormir a los niños.-
-¿Chicas? ¿Qué chicas?.-
-Las que están sentadas
enfrente de nosotros observándonos, con una sonrisa de oreja a oreja.-
-¿Huh?.-
Oh! Chicas!
Diablos!
¿Saben? De pronto recordé que
los niños no han hecho su tarea, y como yo soy un buen appá necesito ayudarlos.
¿Podrían regresar mañana u otro día?
1 Comentarios
Esta súper. Pobre de mi Rella como lo lastimaron tanto, ahora no puede corresponder al amor de Siwi, pero celosito si estaba. Ojalá despidan a esa tipa la odioooooooo. Lo sabía viene en camino otro pez-mono jajajaja ja
ResponderEliminarGracias por tu actualización Bye