Colaboración: Trap... Capitulo 01

Zhou Mi POV

Tú y yo, nos hemos vuelto más distintos

En tu infinita avaricia, avaricia…

Que puede desear una persona que lo ha tenido todo. Riqueza, belleza, caprichos, admiración… incluso una familia que te consiente sobremanera. Desenvolviéndome en ese mundo frío, pronto mi corazón también se volvió frio.

Mi ego esta tan alto que siento que nada puede merecerme. Aunque a veces me harto de estar rodeado de falsedades, porque en mi perfecto mundo sé que no tengo una amistad real e incluso un amor que me ame por mí mismo y no por lo que tengo, o que no me desee por mi apariencia.

Por eso fue que cuando se me presento ese fresco chiquillo buscando una dirección en aquel centro comercial, me impacto su sencillez, sus inquietos modales al hablar y también la sincera sonrisa que me devolvió cuando pude ayudarle a encontrar el lugar que buscaba.

Si, Henry se acercó a mí con su precario coreano y su muy suelto inglés, que terminamos hablando en este idioma. Me conto que le era difícil comunicarse aún, que buscaba ese lugar por un trabajo de medio tiempo que le habían ofrecido y que se encontraba estudiando todavía.

El que tuviera la lengua muy suelta me provocaba diversión. Yo no entendía como alguien podía contarle todo a un extraño, y sin embargo su plática no era para nada aburrida.

Unos años menor que yo, se le veía tan responsable en lo que deseaba y a la vez su frescura, esa simpatía con la que decía las cosas. Como si amara la vida que le había tocado. Algo que en ese momento yo no entendía, pues no concebía mi vida sin todo eso con lo que había nacido.

Fue sincero, se acercó a mí sin saber quién era y después de eso, quise ver esa sonrisa más a menudo.

Nunca tuve novios. Para que si bien sabía que mis padres terminarían casándome con la persona que habían elegido para mí. Por lo que llene mi vida de amantes que me daban lo que yo quería y cuando lo deseaba, sin presiones ni ataduras. Al menos eso es lo que pensaba y tenía muy arraigado en mí.

Por eso no me explico cómo es que a la petición de Henry de que fuéramos novios dije sí.

Quizás porque me lo pidió de la forma más hermosa que haya vivido hasta ese momento. Henry siempre fue conmigo sorpresivo, romántico y considerado, las tres cosas que en mi vida nadie me había dado sin requerir nada a cambio. Ese día me sorprendí a mí mismo aceptando.

Más extraño fue el pedirle que viviera conmigo en mi departamento, lo quería cerca lo necesitaba tener a mi lado. Pronto me di cuenta que era como esa mascotita de la que te vas encariñando y ya no quieres soltar, suena feo pero a mi manera lo quería.

Henry me prodigaba amor, atenciones solo para mí y nadie más. Pues en su vida no existía nadie más que yo, de eso estaba seguro.

Entonces trate de cambiar, de ser bueno. Es más que obvio que no pude. No culpo a mis padres, pero fui criado para tener lo que deseaba, a ser libre y encontrar satisfacción en las cosas mundanas. A tenerlo todo sin dar nada a cambio.

Tenía a Henry seguro, que más daba continuar con la vida que llevaba. Muchas veces quise decirle a Henry que dejáramos todo hasta ahí. Pero después me imaginaba sin él y un hueco en el estómago me hacía doler, estar sin él tampoco estaba en mis planes.

Yo merecía tenerlo. Lo quería a mi manera, le hacía feliz, al menos eso creía yo. Y entonces me volví distante a él, porque se estaba convirtiendo en algo más que importante en mi vida y me daba miedo, yo no sabía estar atado a nadie. Era un inexperto sin conocimiento del amor sincero y si lo que estaba sintiendo lo era, me asustó.

Mis antiguos amantes por el contrario no preguntaron ni me obligaron a dejar a Henry, para ellos al igual que a mí, la diversión y el sexo estaba por encima de todo lo demás. Carecía de importancia involucrarnos más en la vida del otro.

Había temporadas que pasaba poco tiempo con Henry, inventándole pretextos absurdos que él creía. Y otras veces solo deseaba permanecer a su lado.

Fui egoísta, pero era joven. Un joven que creía merecer el mundo, la vida entera para rectificar sus errores, tonta creencia. Esa misma vida se encargó de aleccionarme y regresarme cada una de mis malas elecciones.

Él me amaba y yo lo arruine todo.


Henry POV


Tú y yo, nos hemos vuelto más distintos…

Esta noche… me liberaré de mi pequeña jaula llamada tú.

Empujo su cuerpo lentamente mientras nuestras bocas siguen devorándose y nuestras manos recorriendo nuestros cuerpos en busca de más contacto. Su cama, la misma que hemos compartido furtivamente durante un año y la misma que lo ha visto compartirla con otros. Haciéndome sufrir al verlo ponerse regalos que no le hice yo y al escucharle murmurar en llamadas para no ser escuchado.

Nos dejamos caer en la cama y se coloca encima de mí. Pero no esta vez, tengo pensado cumplir todas mis fantasías hasta la última con su cuerpo, memorizarlo para que sus recuerdos me sirvan de compañía junto a los otros que me dicen lo tonto que fui.

Con prisa quito sus pantalones, si esta será nuestra última noche debo aprovecharla. Lo desnudo mientras vuelvo atrapar sus labios en otro exigente beso. A ratos Mimi se me quedaba viendo extrañado, él sabe que algo anda mal pero no entiende que, no soy el de siempre. Considerado, protector, romántico, no, no soy el mismo. Quiero todo de él.

“Haz lo que él cree que no tienes valor para hacer” me repito.

Entonces lo recordé, me dejo caer sobre la cama boca arriba. En esta relación, soy yo el que ha dado todo, soy yo el que lo provoca con caricias, besos y colmando sus deseos. Soy yo el que ha dado todo.

Me quedo quieto, no sé si seguir. No quiero moverme, por primera vez deseo que sea Mimi quien tome la iniciativa. Y cuando lo hice, el se movió sobre la cama y se arrodilló sobre mi pene. El desinterés que yo le mostraba era totalmente fingido, pues yo quería estar atento a todas sus reacciones, tengo tantos o más deseos que él de poseerlo.

Lo siento buscar el cinturón de mis pantalones, desabrochándolo hábilmente.

“No lo mires a la cara” me recordaba. Si lo hago, seguramente mi fortaleza flaquearía.

Mis pantalones le resultaron tan fáciles de sacar. Comienza acariciar todo lo largo de mi pene, puede sentir mis temblores y como mi miembro se pone cada vez más duro entre sus manos. Cuando se lo lleva a la boca, mi sangre comenzaba a agolparse en mis venas. Su boca caliente, húmeda me muestra su experiencia en lo que hace.

A sí que, así se sienten sus amantes, el dándoles un inmenso placer, colmando sus deseos. Su cuerpo sobre ellos moviéndose con experiencia, haciendo lo que cada uno quería, los complacía. Y yo, solo tomaba las migajas. Nunca pensé que importara tanto que yo fuera menor, pero al parecer a él si… buscando más experiencia en otros brazos.

Pero nunca sería como ellos, al menos que le quede de recuerdo que yo fui diferente.

Nunca seré como ellos, nunca tendré a Zhou Mi por completo para mí. Tal vez nunca desperté sus deseos como hoy, pues es seguro que no se ha visto con nadie más estos días y por eso me desea. Que ciego he sido… No, no se lo reprocho. Después de todo, el que creía que todo era perfecto, era yo.

Deseo que al menos esta noche quede en sus recuerdos cuando ya no este con él.

Bajo mi mano hasta llegar a su pene haciéndolo estremecer. Hábilmente con mi otra mano sostengo su cuerpo y damos vuelta sobre la cama, dejándolo de espaldas sobre ella. Apenas soy capaz de mirarlo, no puedo sin dejar de sentir que lo amo.

Por eso mejor decido ocuparme, estoy entre sus piernas frente a su pene que ya luce erecto. Lo agarro con mis manos y lo introduzco a mi boca de una. Sus manos aferran mis cabellos indicándome el ritmo, es suave con su tacto, aunque siempre lo ha sido. La leve caricia de sus manos sobre mi nuca, no deja concentrarme por momentos.

Me separó por completo justo cuando empezaba a notar que el líquido pre seminal comenzaba a salir. Sus ojos se posan en mí rostro, sonriente, hacen que trague saliva, porque ya no estoy tan seguro de lo que estoy haciendo.

“El amor te hace tonto… pero más tonto es aquel que no se deja llevar por él. Si ya me hicieron tonto… qué más da dejarme llevar por el esta última vez”

Se sienta sobre la cama quedando junto a mí, toma mi rostro con sus manos y besa la comisura de mis labios. Mimi rodea mi espalda con sus brazos atrayéndome hacia él, sus piernas abrazando mi cintura, y sus manos se pierden en mi cabello.

Me estoy perdiendo, ni si quiera puedo recordar mi nombre sin el tuyo

Ahora ¿Me dejarás salir de tu interior? ¿Me dejarás?
¡Estoy atrapado! ¡Estoy atrapado!



Por fin lo miro a los ojos, lo quiero… lo voy a extrañar. No me aguanto más, lo necesito tanto que comienzo a besar despacio sin dejar de mirarlo. Zhou Mi comienza a mover sus caderas buscando más contacto entre nuestros cuerpos, el roce de nuestros miembros duros, todas esas sensaciones impiden que pueda estarme quieto.

Lo rodeo con mis brazos hasta llevar mis manos a sus nalgas, las masajeo un poco antes de buscar su entrada. Su espalda se arquea al sentir la presión de mi dedo en su interior. Zhou Mi hace la fricción de nuestros miembros cada vez más brusco, balanceándose con mi dedo en su interior.

Su espalda se arquea al sentir un segundo intruso, trato de ser delicado con él, pero me siento demasiado ansioso por estar dentro suyo. Lo escucho suspirar cuando se acostumbra, se sostiene con su mano de mi cuello y comienza a repartir pequeños besos alrededor, sobre mi piel desnuda.

Esto es raro. Detuve todos mis movimientos y me le quedó mirando, serio.


Zhou Mi POV

Esta noche era diferente, nuestra entrega me sabia amarga; escalofríos se apoderaban de mi cuerpo al toque de sus manos, de su boca. Sentí que algo estaba mal, Henry no se estaba comportando de la misma forma, es como si me deseara pero no quisiera tocarme.

No se mueve igual, impetuoso y apresurado como siempre es cuando hacemos el amor. Está dejando que yo tome el mando. Henry siempre ha sido diferente conmigo cuando estamos en la cama, el me prodiga y me hace sentir bien; ahora mismo siento que tengo el cuerpo de uno de mis amantes entre las piernas esperando darle placer.

Es extraño, si algo que me ha conquistado de Henry es su forma de tratarme en la intimidad. Porque con el no siento que tengo sexo, es algo más porque su corazón está en el acto.

No siento su mirada sobre mi como otras veces, desvía sus ojos hacia otro lado cuando lo busco y eso me desconcierta mucho. Por eso busco su mirada sin éxito.

De un momento a otro todo cambia y vuelve a ser el mismo Henry de siempre, el que con sus atenciones me hace suspirar. Aunque no puedo negar que todo esto ha sido muy extraño, él está raro conmigo. Por eso llevo mis manos a su rostro y lo miro a los ojos; y ahí está de nuevo ese fulgor, ese brillo que emanan de ellos cuando me mira.

Pero porque me siento triste al verlo.

- ¿Qué sucede? – mi voz sale casi como un suspiro.

Niega con la cabeza. Su rostro se ha llenado de color como el mío al calor del momento. Se ve tan adorable, como es que podría vivir sin esto. Creo que Henry es lo único seguro y real que tengo en esta vida.

Momentos después, sus dos dedos se movían dentro fácilmente, estoy listo. Tomo su mano y retiro sus dedos de mi entrada, agarro su miembro dirigiéndolo entre mis nalgas hasta mi entrada. No le doy tiempo de reaccionar, quiero sentirlo dentro, así que solo me deja hacer.

Poco a poco siento como su miembro está intentando introducirse dentro, tan caliente, tan duro. Muerdo mis labios soportando el dolor. Cuando finalmente está completamente dentro, me abrazo a su espalda jadeando un poco. Henry aferra sus manos a mis caderas, comenzando a moverme suavemente para acostumbrarme.

Poco a poco sus caderas comenzaron a seguirme el ritmo, el dolor iba desapareciendo para convertirse en placer. Lo que me ayudo a comenzar a moverme más deprisa, empalándome con fuerza sobre su miembro. Cada vez más intensos los espasmos, más fuertes y rápidas las embestidas.

¿Por qué lo estaba haciendo de esta forma? No lo sé, pero me estaba gustando que Henry lo hiciera de este modo de vez en cuando. Solo que esta vez, me hizo sentir muy alejado de él.

Mientras Henry muerde mi cuello, reparte besos, se aferra a mis caderas enterrando sus uñas en mi piel. Gime extasiado, y yo siento esa conocida sensación de que pronto voy a llegar. Nuestras respiraciones cada vez se hacen más entrecortadas. Esta vez no se ha preocupado por mí, agarro mi propio para comenzar a masturbarme con urgencia.

Llegamos al clímax juntos, como siempre. Una última estocada provoco que ambos termináramos, estremeciendo nuestros cuerpos. Lo abrazo aferrándome a su cuerpo, Henry permanece inmóvil ante mi tacto. Mis manos recorren su cuerpo, como si quisiera calmarlo, devolver al Henry de siempre.

Una de sus manos se posa en mi cabello y la otra recorre lo largo de mi espalda. Eso me tranquiliza un poco, pero al estar aun dentro de mi cuerpo, le hace despertar de nuevo y lo siento; porque de nuevo comienza a mover sus caderas acomodándose. A lo que le respondo con una traviesa sonrisa.

Supongo que son imaginaciones mías y todo está bien.

Esa noche fui suyo no solo una vez, ni dos… no estoy seguro de cuantas veces lo hicimos. Unas veces ha pedido mío y otras, cuando Henry en medio de la noche volvía a tomar mi cuerpo, solo para hacerme suyo de nuevo.


Henry POV

Soy un pájaro atrapado dentro de una pequeña jaula llamada tú

Ni si quiera puedo volar lejos…

Antes del amanecer, salí de ahí. No podía esperar que despertara, no habría despedidas y sabía muy bien que Mimi sospechaba. Sus justificaciones me hubieran hecho cambiar de opinión convencido de que me quiere.

Pero yo ya no puedo con esta situación. Le perdone lo de Hangkyun, por haber sido la primera vez. Aunque después de Hangkyun, vino Calvin, Siwon, Kyuhyun y no sé si algunos más.

No sé qué juego pretendía conmigo. Yo ya no podía vivir con ese sentimiento de perderlo todos los días. Pienso que no fue del todo su culpa, yo muchas veces pensé no ser suficiente para él. ¿Qué puede ofrecerle un chico como yo, a alguien que lo tiene todo? Belleza, riqueza, inteligencia… chicos muriendo por él por donde quiera.

No es que yo no me valore, no estoy ciego. Siendo estudiante, con mis sueños de ser  un gran músico en el futuro y para que eso pase, se requieren sacrificios; a los cuales Zhou Mi no está acostumbrado, yo sí.

Después de verlo besándose en aquel bar con Danson Tang, decidí que no podía estar más de esa forma. Sé que él me quiere, lo que compartimos es algo diferente a lo que tiene con los demás. O al menos eso es lo que yo quiero creer. Me había acostumbrado a esa vida que llevaba junto a él, a sentirme engañado siempre porque el volvía a mí, con sus palabras y sus te quiero. Quizás es mi culpa, por acostumbrarme a ello, pero llegó el momento en que ya no puedo vivir con esos sentimientos.

Por eso ahora, con una beca de lujo para estudiar música en Canadá, como un alumno prodigio, me decido dejarlo. Ni siquiera sabe que estaba aplicando para esa beca, pues deseo que la música sea mi estilo de vida y vivir para escribir música.

Nunca se involucraba demasiado en mis cosas, quizás esa debió ser la primer alarma que ignore.

Lo dejare, que sea el alma libre que siempre quiso ser. Ya no le estorbare ni le haré sentir culpable, esas lágrimas derramadas no son de felicidad.

Aunque lo ame, aunque en el fondo me ame. Es lo mejor para los dos.

Quiero olvidarte… Quiero olvidarte,

Quiero volar lejos… Quiero volar lejos…

Dos días me toma llegar a Canadá. Después de los trámites correspondientes en el internado de música, por fin me dirijo hacia lo que será mi habitación los próximos tres años.

En verdad que ser considerado un prodigio es bastante bueno. Mi habitación es mucho más grande que la sala comedor de mi casa, estoy solo y con un piano de cola hermoso dentro de mi pieza; para mis prácticas.

Dejo mis maletas a un lado de la cama y me dirijo al gran espejo que domina la habitación. Me miro en él, siento que no soy yo. No es el mismo Henry que dejó Seúl, aquel que vestía ropas cómodas y que enfadaban a Zhou Mi, pues me hacían ver menor a él.

La seriedad con que visto ahora me acompañara… quizás toda la vida.

Paso mis dedos por el piano, es  tan hermoso. No se compara con mi viejo violín, el mismo que me ayudo a escribir todas esas canciones que mi amor por Mimi me inspiraba.

¡Rayos! No tengo ni un día aquí y ya lo extraño. Lo quiero demasiado, con distancia de por medio, sé que aun así será difícil de olvidar.

Me derrumbo sobre la alfombra, mis lágrimas comienzan a salir, las ultimas quizás. Porque aquella vida que tenía a su lado, no volverá jamás. Porque debo echar al olvido todo ese amor que le tengo, y de solo pensarlo mi corazón se estruja. Debo derramar todas esas lagrimas que me ahogan… ahora es que me doy cuenta cuán lejos estoy de él, quizás siempre lo estuve. Pero hoy es tan real.

Cruda realidad, misma que me acompañara. Lo he dejado para que sea libre, para que siga con su vida y debo hacerme a esa idea.


Zhou Mi POV

Quiero dejarte ir… Quiero dejarte ir,

Quiero ser libre… Quiero ser libre…

No, no, no, no…

Henry se ha ido, sus ropas no están, su maleta y la guitarra que nunca olvida en algún lugar. Estoy revolviéndolo todo, buscando algo de él, quizás me de alguna pista de donde está. Me dejo caer el piso del closet al no encontrar nada.

¿Por qué se ha ido?

No entiendo, si anoche estábamos tan bien e hicimos el amor.

Aunque la forma en que me tomó, hubo momentos en los que se volvió un poco extraño, no supe porque en ese momento pero lo sentí. No era el mismo Henry tierno y considerado que me conquisto, y después todo regreso a la normalidad.

¿Por qué no me di cuenta que estaba todo mal? ¿Por qué no acudió a mí?

Debí sospecharlo, pues el día anterior estuvo muy distante. Recuerdo que la noche anterior llegue muy de madrugada al departamento, había salido con alguien y… soy un estúpido. Me dije que sería la última vez.

Sin embargo sucedió que no pude detenerme, cuando sus palabras endulzaron mis oídos y sus manos comenzaron a tocar puntos sensibles de mi cuerpo. Es como si algo se encendiera en mi interior y me hace olvidarme de todo, me deje llevar hasta casi terminar en la cama con él.

Pero no lo hice, no pude cuando me di cuenta lo que estaba haciendo. Me odie a mí mismo por ser tan débil, hasta he llegado a pensar que estoy mal y sucede que al llegar al lado de Henry, siento que soy capaz por mí mismo de dejar todo eso atrás… por mí y por él.

Yo sé que Henry es el único que lo puede lograr porque… porque lo amo. Oh dios si, lo amo y ahora me doy cuenta que tan perdido estuve todo este tiempo, con esa vida que llevaba, llena de falsedad.

No recuerdo nada que se sintiera como lo que siento por él, no puedo dejarle ir sin decírselo. Henry merece saber lo que siento, lo que ha provocado en mí, ya que nunca se lo he dicho. Lo sé, si yo mismo me acabo de dar cuenta. Y por eso debo encontrarlo, necesito decírselo.

Salí corriendo a buscarlo que ni me preocupe por cambiar mis pijamas, no perdería tiempo en eso; o único que se me ocurrió tomar fue mi celular y las llaves de mi auto.

Fui a su trabajo en primer lugar, un pequeño restaurante familiar en el cual me dijeron que Henry hacía varios meses que no trabajaba ahí y yo no sabía. Me explicaron que Henry encontró otro trabajo en un hotel del centro donde le pagaban mejor, que al parecer necesitaba ganar un poco más y ahí no podían ayudarlo.

Dios, dios, eso no lo sabía. Henry necesitaba dinero, necesitaba mi ayuda y yo no lo sabía. ¿Para que necesitaba ganar más dinero? Poco a poco me voy convenciendo  que él no merece a alguien como yo a su lado, quizás por eso ha terminado huyendo de mi lado.

Pero necesito decirle todo para dejarlo ir.

Al llegar al hotel me dijeron que había renunciado el día anterior sin dar explicaciones, que recibió su liquidación y se fue. Ya no sabía qué hacer, así que me dirigí al último lugar que me quedaba, su escuela.

A pesar de ser una escuela pública, es bastante grande. He tenido que correr porque me equivoque dos veces de edificio, así que llego cansado y jadeando a la dirección. El secretario de dirección, está atendiendo a un chico entregándole algunos documentos.

No estoy para esperar, por lo que interrumpo.

- Señor, podría decirme si Henry Lau vino a clases.

El chico y el secretario se me quedan viendo, el primero con sus ojos muy abiertos como sorprendido y el segundo, con enojo por haber interrumpido su explicación.

- Disculpe, es que es muy importante.

- Puede esperar un momento por favor.

Y se fue dejándome con el chico que no dejaba de mirarme, en realidad era incomodo, porque me barrio con sus ojos de arriba abajo.

- Tú debes ser Zhou Mi, ¿verdad?

- Tú… tú me conoces.

- Soy Donghae, amigo de Henry.

- Oh, gracias, gracias.

Tome su mano y jale de él hasta sacarlo de la dirección, ese lugar no era el más adecuado para lo que deseaba que preguntarle.

- Oye -. Se quejó el chico cuando estuvimos en un lugar solitario.

- Lo siento. – y de nuevo me sentí incómodo con su mirada.

- En verdad eres lindo, pero tienes un gusto muy extraño por las pijamas. – su comentario me hizo reír, por eso me observaba tanto y no solo él, varios más lo hicieron.

- Yo, tenía prisa.

- Henry no está aquí, él se fue.

- Tú sabes…

- Claro que lo sé, pero no voy a decírtelo. No mereces que te lo diga después de lo que le hiciste. – Donghae lucia su ceño fruncido, agarrando su bolso comenzó a caminar alejándose de mí.

- Espera por favor, no te vayas. – lo detuve tomando su brazo -. Si hice algo mal quiero saber, además necesito encontrarlo, no puede irse sin saber lo que tengo que decirle.

- Y que le vas a decir… ¿Qué lo engañaste? ¿Qué la persona con quien te besabas la noche anterior no era nadie? Y ¿Qué todo se lo imaginó?

Estaba hablando de la noche anterior, oh dios, Henry me vio. Quizás hasta estuvo siguiéndome este tiempo, se dio cuenta de todo, que estúpido fui.

- ¿Desde cuándo? – le pregunte, quería saber desde cuando sabe que me veía con otras personas, ¿desde cuándo lo lastime?

- Desde siempre, él lo sabía, que tú y esos otros chicos. ¿Por qué le hiciste eso? Si tanto querías andar de puta, le hubieras hablado con la verdad y dejado libre. – no me ofendí, era su amigo y estoy seguro que estuvo a su lado mientras Henry sufría -. Lo ilusionaste, hiciste que se enamorara y que su corazón creyera en ti.

- Yo lo amo. – decirlo en voz alta ante un desconocido me hizo darme cuenta de la magnitud del daño que le hice a Henry.

- Lo mismo le dijiste a él mientras fajabas con otro, ¿no?

- Yo… yo en verdad lo amo, no pensaba hacerle daño…

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1 Comentarios

  1. T^T tan triste situacuon!!!!!! Waaaaaaa pobre henryyyy u.u que bueno por el.. Asdasd no se... Me dio cosita

    me viy al otro xD

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