Mistake... Introducción

Titulo del fic: Mistake

Capítulos: 20

Parejas: SikWoo (ZE:A)

Tipo: Yaoi
Género: slash, lemon, drama, romance, mpreg, OTP, POV, AU, H/C

Clasificación: +18

Descripción: En el Seúl moderno existe la monarquía, el actual rey es un anciano que sabe que pronto deberá entregar su trono a su descendiente, su nieto. El problema es que su nieto parece no ser digno de ese cargo al tratarse de un chico junior, engreído, altanero y mal educado, así es Hyung Sik, y al parecer su abuelo está decidido a enderezar su camino.

Min Woo es un simple estudiante de buen corazón que un día ayuda a un anciano sin imaginar que este encuentro será el comienzo de un cambio importante en su vida.

A veces el príncipe azul no es como te lo pintaron en los cuentos de hadas.

Comentario de la Autora: Sí, yo también me he leído esos mangas en donde hay un príncipe que se casa con un desconocido kekeke

Introducción

Acabo de salir de la escuela, camino por la acera con mi mochila al hombro, mis amigos han doblado en la esquina para ir a sus casas, yo sigo de largo para llegar a la mía. El sol está algo fuerte, hay poca gente caminando en las aceras.

Pero entonces noto en la esquina a un anciano intentando cruzar la calle, está cargado con varias bolsas de plástico, como si hubiera ido a comprar despensa. La verdad es que soy de ese tipo de personas que no pueden quedarse parado sin hacer nada cuando ve éste tipo de situaciones.

Camino rápido hasta llegar a él, tomo una de las bolsas de su mano, el anciano voltea a verme.

-Yo lo ayudo…- le sonrío

-Muy amable jovencito…- el anciano me sonríe agradecido

-Las bolsas se ven muy pesadas.- contesto mientras tomo el resto de ellas.- usted no debería cargarlas, se va a lastimar su espalda abuelo.-

-Tienes razón.- asiente con la cabeza.- lamentablemente no tengo quien me acompañe.- suspira.- un viejo como yo tiene que arreglárselas para seguir comprando lo que necesita.-

Eso me entristece un poco. Imaginarme al anciano solo, teniendo que salir a comprar su despensa y tener que cargarla sin importar lo pesada que sea, hace que mi corazón se oprima. Volteo a ver el semáforo, se ha puesto en rojo.

-Vamos abuelo.- le sonrío mientras pongo mi brazo para que se sostenga

 A paso lento logramos cruzar la transitada calle, cuando llegamos a la acera el anciano intenta tomar las bolsas de regreso, pero me niego.

-Lo acompaño a su casa…-

-Ya no existe gente como tu jovencito.- de nuevo me sonríe amable

-Me hará sentir avergonzado abuelo.- sonrío

El anciano me ha caído bien, caminamos tres cuadras más, tiempo en el que me ha contado que vive solo, su esposa falleció hace un año así que tiene que cocinarse él solo y hacerse cargo de la casa. Solo recibe una pequeña pensión que lo ayuda a mantenerse.

-¿No tiene hijos?.- le pregunto cuando llegamos a una puerta grande de madera

-Pfft…- bufa…- como si no los tuviera.- frunzo el ceño.- a ellos hace cinco años que no los veo más que en navidad, cuando vienen a dejarme regalos inservibles para un anciano de mi edad.- se queja

Saca una llave, con su mano temblorosa intenta abrir la puerta, pero está batallando mucho. Pongo las bolsas en el piso, sujeto su mano y tomo la llave. Escucho un “gracias”, sonrío mientras abro la puerta.

El anciano entra, yo lo sigo con las bolsas, me señala una pequeña mesa de madera para que las ponga encima. Volteo a ver a mi alrededor, la casa es pequeñita, todo luce viejo y un poco lleno de polvo. Me preocupa que esto no sea bueno para su salud.

-¿Alguien viene a hacerle la limpieza?.- le pregunto

-¿Con qué dinero voy a pagarlo? Apenas alcanza mi pensión para pagar recibos y alimentos.- hago una mueca

Respiro hondo, no me agrada mucho lo que veo. Pienso un poco en las posibilidades, dudo un momento en lo que puedo hacer por él, pero en verdad me ha caído bien y me da pesar.

-¿Sabe abuelo?.- empiezo a hablar mientras saco las cosas de las bolsas.- yo salgo de la escuela a la una, tal vez pueda darme una vuelta los martes y jueves para ayudarle a surtir la despensa y hacer la limpieza.- acomodo algunas cosas en su refrigerador, el cual es otra clara muestra del abandono…- hay mucho polvo aquí, eso puede hacerle daño a sus pulmones.- sigo guardando todo mientras el anciano me observa sentado en el comedor.- ¿Qué le parece?.-

-Pero yo no tengo dinero y…- abro los ojos sorprendido y niego con mis manos

-No, no, no abuelo, yo no quiero dinero a cambio.- me siento junto con él en el comedor.- ¿qué le parece si mejor me paga contándome lindas historias? Dicen que los abuelos son una fuente de grandes y extraordinarios relatos…- sonrío ampliamente.

El anciano se me queda viendo fijamente unos segundos. Por un momento creí ver en él un gesto diferente a los que había visto en su rostro, como pensativo y analítico, pero de nuevo vuelve a sonreírme amable.

-Acepto, me encantaría tener a un lindo jovencito como tú merodeando por aquí…-

-Bien! Entonces el jueves vendré después de la escuela.- me pongo de pie y busco mi mochila.- mientras tanto, no haga muchos esfuerzos.- me acerco a él, me inclino para darle un beso en la frente.- nos vemos abuelo.-

Salgo de la casa con una sonrisa. Se siente bien ayudar a las personas, y se siente aún mejor cuando las personas son agradecidas como el abuelo.

Acomodo mi mochila en el hombro, y continúo mi camino a casa. Sonriendo y feliz sin imaginar lo que ocurriría al día siguiente.