Colaboración: Trap... Epílogo

Henry y Zhou Mi se encontraban cenando en un restaurante que había elegido el primero, era hermoso y en un área abierta. Su mesa se encontraba bajo un gran árbol y muchas bombillas iluminando tenuemente el ambiente, acompañados de un trio de violines.

Zhou Mi parecía tan contento con la sorpresa, que Henry no pudo evitar sentirse feliz también. Comieron de todo, incluyendo la comida favorita de ambos, y hasta un enorme tazón de helado de vainilla como postre que compartieron.

Ante la felicidad, Zhou Mi no pudo evitar recordar hacia atrás con nostalgia. Aunque solo había pasado un mes, parecía todo tan lejano, como una terrible pesadilla no más. El ya no era el mismo Zhou Mi, ahora era alguien que estaba en paz consigo mismo y eso le hacía sentir muy bien. Y Henry, él ya era un joven valiente en ese entonces, pero ahora su valor había aumentado con los años y adquirido la seguridad que antes carecía.

- La cena ha sido deliciosa y el lugar maravilloso, gracias Henry, no lo olvidare.

- Me alegra que te haya gustado la sorpresa Mimi, lo hice para hacerte feliz. Pero esto no tiene que terminar todavía.

- Yo tampoco quiero que termine. – susurro Zhou Mi mirándolo a los ojos.

Y si estaban hablando de eso, es porque después de haber aplazado la continuación de su gira por un mes, alegando problemas personales que tenía que resolver. Henry tenía que irse de Seúl y continuar su camino. A lo que Zhou Mi, aun no estaba preparado para la separación.

En dos meses pasaron muchas cosas. No fue necesario que Henry tomara la justicia por sus manos contra Dylan, porque otros lo hicieron. Al parecer se metió con el esposo de alguien más y el hombre engañado, no dudo en deshacerse del amante de su esposo. No murió, pero si fue encarcelado y enjuiciado, por las heridas ocasionadas a su ahora ex esposo.

Zhou Mi quedo oficialmente divorciado, y libre para rehacer su vida. Su recuperación fue rápida después de la operación y en todo este tiempo, Henry no se separó de él. Incluso cuando enfrento a sus padres, Henry permaneció a su lado dándole apoyo.

Pero Henry no tenía pensado separarse nunca más de Zhou Mi, eso se lo había jurado a sí mismo. No sobreviviría una vez más sin él.

- Y por eso es que se me ha ocurrido una idea. – Zhou Mi lo miraba expectante -. Merecemos estar juntos hasta el fin de nuestros días. – le tomó una mano a Henry -. Te amo Zhou Mi, siempre te he amado y sé que siempre te amare.

- Yo también te amo, y si tú deseas estar conmigo, yo… - ante la duda de Zhou Mi, Henry asintió a sus palabras -. deseo estar contigo siempre Henry.

- Sabes que no me importaría tener que dividir mi tiempo entre Seúl y cualquier lugar que mi carrera tenga que llevarme. Sé que ahora tu estas recomenzando tu vida pero nada me gustaría más que llevarte conmigo, que retomes tu vida a mi lado. No como mi amante, sino como mi esposo. Hare de mi vida de artista a como tú la quieras manejar, las giras y presentaciones, se harán a tu manera. Te dejare decidir por mí. Nada me gustaría más que eso.

- Eso es demasiado… estas seguro Henry.

- Si, tu dirigirás mi vida, porque no me importa vivirla si no te tengo a mi lado.

- ¡Henry! – exclamo Zhou Mi conmovido y a punto del llanto -. Todo es muy hermoso, pero no es justo. Yo iré a donde tú vayas, me acostumbrare a todo, porque lo único que deseo es estar a tu lado. Sé que habrá algo que pueda hacer en ese tiempo, - Zhou Mi tomo las manos de Henry entre las suyas -. Hare lo que sea por ti, quiero que estés seguro de lo que me ofreces.

- Claro que lo estoy. – comenzó hablar emocionado -. te acostumbraras poco a poco a esta vida a la que ahora te ofrezco y si después de un tiempo no lo haces, viviremos como tú digas. Yo puedo ser artista donde sea, puedo prometértelo si aceptas mi propuesta.

Henry saco una cajita de terciopelo azul de su bolso, la abrió colocándola en su mano. Dentro, se hallaba un pequeño collar con un dije de diamantes pendiendo de el en forma de corazón

- Entonces, ¿aceptas mi corazón?

- Es precioso Henry, y yo acepto. Claro que acepto. – su rostro se dibujaba una hermosa sonrisa de felicidad, la misma que Henry se había propuesto instalar para siempre en el rostro de Zhou Mi.

- Sé que todo es muy rápido Mimi. – Henry rodeo la mesa ayudándolo a levantarse de la mesa, para colocar el collar en su mano -. Y que solo tenemos una semana para planear la boda, pero planeo llevarte conmigo como mi esposo. Casarnos aquí donde están nuestros amigos más cercanos y nuestras familias.

- Prometo tener arreglado todo a tiempo. – propuso felizmente Zhou Mi.

Y abrazo a Henry, lo abrazo y lo beso. Las personas del restaurante los miraban, pero a ellos no les importaba. Zhou Mi estaba feliz de sentirse amado, deseado y protegido por esos brazos que ahora lo rodeaban. Los brazos de Henry, el hombre que amaba.


* * * * *


- Eres un novio guapísimo, Zhou Mi. – Donghae alababa a su ahora mejor amigo por partida doble.

- ¿Lo crees? – pregunto Zhou Mi distraído, viendo su reflejo en la ventana de la casa de sus padres.

- Te ves perfecto Zhou. – insistió Minwoo.

Una vez que estuvo recuperándose en el hospital, Henry se presentó con Minwoo, este fue muy amable con Zhou Mi y hasta tuvieron “la charla” referente a Henry. Minwoo siempre estuvo consiente que Zhou Mi era una presencia inamovible en el corazón de Henry, pues él jamás le mintió, seguía enamorado de Zhou Mi.

Minwoo comprendió que un amor como el que ellos se tenían iba a ser duradero le tendió la mano y le pidió que intentaran ser amigos, porque por nada del mundo lo separaría de Henry en cuestiones de trabajo y que por su carrera debían intentarlo.

Dio en el clavo, que no haría Zhou Mi por Henry.

Al poco tiempo de sus visitas, constantes atenciones y llamadas telefónicas cuando se tuvo que ir, Minwoo y Zhou Mi se volvieron más cercanos. Bien había dicho Zhou Mi, jamás hubiera podido odiar a Minwoo, él fue más que un amigo para Henry, un consuelo en sus peores días. Zhou Mi entendió que no podría romper con una amistad como esa.

Y ahora, Minwoo se encontraba acompañándolo el dia de su boca.

- Espero que podamos llegar a la ceremonia. El auto se está tardando. – dijo un preocupado Zhou Mi.

- Tengo el presentimiento de que Henry se asegurara de eso, aunque tenga que venir el mismo a buscarte en taxi. – le aseguraba Donghae sonriendo -. Vamos no estés nervioso, lo más difícil era aceptar el descabellado plan de Henry. Dijiste que sí, de ahí en adelante todo es más fácil.

La puerta del dormitorio de Zhou Mi se abrió, avisando la llegada del automóvil que lo llevaría al salón donde sería la ceremonia. Un ramo de rosas rojas fueron depositadas en manos de Zhou Mi, mismas que Henry se encargó de enviarle con una nota que provoco que una boba sonrisa se instalara en su rostro.

“Te espero al final del camino de pétalos de rosas”

Henry era feliz, tanto que su nerviosismo estaba siendo opacado por eso. Como no estar nervioso, por fin daba el paso más importante de su vida y con la persona que amaba. Se casaría y uniría su vida a Zhou Mi, pues se amaban tanto que se habían perdonado el pasado y hallaron una forma de superar las dificultades que se les presentaran en el camino.

Mientras esperaba al final del pasillo a que la música comenzara, vio aparecerse en la puerta a Zhou Mi, parecía una visión de un hermoso ángel vestido de novio. Henry se sentía un hombre muy afortunado. Sonó la música y Henry acompañado de su madre, comenzó a andar sobre aquel pasillo lleno de pétalos de rosas rojas.

Zhou Mi fue consiente de todos los rostros de los amigos que ahora tenía, aquellos que hace poco conocía, pero que se habían vuelto parte importante de su vida y su familia, todos esos rostros sonrientes mirándolo a él, murmurando lo bello que se veía, muy diferente a su primer boda, el amor por Henry se le notaba en los ojos.

La ceremonia era muy íntima, Henry cuido en todo momento que los medios no estuvieran presentes importunando al novio o a sus invitados.

Al fondo del camino, se encontraba la mesa donde un juez lo esperaba. A los lados dos enormes ramos con rosas rojas y guirnaldas en forma de corazón, adornaban la mesa. Y entonces a un lado, vio a Henry, vestido muy seriamente con frac, avanzaba lentamente hacia Zhou Mi con la mano extendida.

Henry estaba muy guapo.

Los ojos de Zhou Mi comenzaron a humedecerse, parpadeo varias veces y se esforzó por no echarse a correr a los brazos de Henry. Oh dios, amaba estar en brazos de aquel hombre con sonrisa sincera, pues en Henry poco a poco volvía su antigua personalidad jovial.

Tomo su mano y su futuro marido le dedico una sonrisa que le indicaba que lo estaba haciendo el hombre más feliz del mundo. Por fin estaba junto a Henry, la persona que más amaba y a la cual consagraría su ser para hacerle feliz. Para hacerle olvidar el pasado, ese que aun de momentos le provocaba dolor y vergüenza.

Se recompuso antes que Henry se diera cuenta de lo que pensaba, Zhou Mi decidió que el día de su boda no habría tristezas, pues estaban juntos de nuevo, amándose como si nada los hubiera separado nunca.

* * * * *


La noche de bodas, después de tanto tiempo separados, fue como su primera vez; pero mejor que una. Pues en los dos meses que estuvieron juntos, los besos fueron a lo más que llegaron.

Pero Henry ya no era el chico inexperto que Zhou Mi conoció, esa noche comprobó, que ahora era un hombre que colmaba todos sus deseos y nublaba sus sentidos con el experto toque de sus manos, de su boca, de su lengua.

Zhou Mi se encontraba un poco tímido y nervioso, no es como si fuera virgen o algo así, pero hacía mucho tiempo que no estaba con alguien por su gusto. Y mucho menos con Henry, la persona que amaba y que ahora era su esposo. Sonrojado como estaba, camino hacia donde se encontraba Henry al salir del baño. 

Henry se encontraba sentado en la cama de la suite frente a un gran ventanal, que esa noche se encontraba abierto. Se habían quedado en el hotel donde se hallaba hospedado desde que llegó a Seúl, para su noche de bodas; ya que al siguiente día partirían a Taiwán pues debía continuar con su gira. 

Cuando lo vio venir del baño, no pudo dejar de observar a Zhou Mi, se veía tan provocativo y sexy vistiendo solamente una camisa blanca que cubría lo necesario, dejando al descubierto sus largas piernas. Con algunos botones abiertos en la parte de arriba, podía ver su parte de la piel de su pecho y lo mejor se encontraba en su rostro, levemente sonrojado y sus ojos expectantes, el cabello húmedo con pequeñas gotas recorriendo el camino hasta su clavícula.

Parado frente a la cama, Zhou Mi observo la botella de vino y las copas de cristal en una pequeña mesa, misma que no estaba momentos antes de que entrara al baño. Sonriendo, Henry le hizo un gesto para que se sentara a su lado mientras servía las dos copas de vino, ofreciéndole una después a Zhou Mi.

- ¿Quieres que brindemos? – preguntó Zhou Mi girándose hacia su esposo.

- Con gusto me saltaría todas las formalidades… - la mirada picara de Henry, junto con sus palabras, hizo sonreír a Zhou Mi. 

Ambos bebieron por completo sus copas de vino. Henry termino primero dejando su copa a un lado, abrazo a Zhou Mi y lo recostó lentamente contra la cama mientras su mano libre le quitaba la copa de las manos arrojándola lejos de ellos. Zhou Mi sonreía feliz al ver lo desesperado que lucía, y Henry, se extasiaba en la bella sonrisa de su esposo.

Y antes de besarse, se perdieron en sus miradas; quizás reconociéndose, sus almas reencontrándose. 

Segundos después, Henry besaba a su esposo suavemente y lamiendo sus labios tentándolo a abrir su boca para él. Zhou Mi podía escuchar su agitada respiración sintiendo como acomodaba su cuerpo sobre el suyo, su erección rozándole, no se le negó y fue en búsqueda de su lengua con la suya.

Las manos libres de Zhou Mi comenzaron acariciar la espalda de Henry, sacándole completamente la ligera playera sin mangas y volviendo sus manos a las caderas, comenzando a moverse bajo su cuerpo para sentir un poco más de roce en sus erecciones. 

Henry dejo el beso solo para mirarlo.

- Quieres que termine pronto allá abajo… - gimió.

- Es una pregunta o una afirmación. – se burlaba Zhou Mi.

En el fondo se alegraba que la chispa de Zhou Mi hubiera vuelto y se le notara más feliz.

- Yo también puedo jugar con eso. – agachándose sobre el cuello de Zhou Mi comenzó besarlo con tanta delicadeza, que le provoco cosquillas.

Los besos siguieron camino hacia su clavícula, donde Henry mordió levemente sin llegar a lastimarlo, provocando un gemido en Zhou Mi. Sin dejar de provocarlo, Henry abrió los botones de la blanca camisa sin poder llegar al de hasta abajo, aunque ya estaba suficientemente abierta como para continuar con su tortura.

Sus labios atraparon uno de los pezones de Zhou Mi, este se retorció al sentir el tacto de su lengua y se estremeció completamente ante las sensaciones que la boca de su esposo le provocaba. El otro pezón tuvo el mismo trato, hasta dejarlo duro y erguido. Antes de continuar su camino más abajo, Henry beso la cicatriz en el costado de su esposo y después continuo dibujando un camino húmedo hasta su ombligo, donde hundió su lengua, pues Henry deseaba probar su piel completamente.

No se sorprendió cuando continúo su camino hasta los muslos descubiertos de Zhou Mi, encontrarlo sin nada más debajo de la camisa, Henry se recreó con aquella parte de su cuerpo desnudo. Beso las caras internas de sus muslos, tomándose el tiempo de enloquecer de placer a Zhou Mi, quien se retorcía ante sus caricias.

Algunas lágrimas comenzaban a escapar de sus ojos, era tal como lo recordaba, la amabilidad y ternura de Henry, llenando su cuerpo de placer y de amor. Ningún otro, solo Henry lo había tratado de aquella forma y agradecía que fuera él, quien borrara todos los malos momentos vividos al lado de Dylan. Y que fuera el mismo Henry, que lo amara de nuevo de aquella forma; que aun sentía no merecer.

Henry no se dio cuenta de aquellas lágrimas, ya que se encontraba jugueteando con la punta del miembro de Zhou Mi; pero si era consiente que debía ir despacio con su esposo. Pues con todos los abusos a los que fue sometido por Dylan, lo último que deseaba era asustarlo haciéndole recordar algún mal momento, por lo que con sus caricias deseaba conseguir que Zhou Mi se relajara por completo.

El miembro de Zhou Mi lleno su boca, saboreándolo con su lengua y encajando un poco sus dientes. Zhou Mi deslizo sus manos en los cabellos de Henry, aferrándose a ellos y al sentir el máximo placer que le provocaba entre sus piernas; sintiéndose colmado, jalo un poco brusco de ellos.

Fue señal suficiente para Henry y dejó el miembro erguido de su esposo, sabía que se encontraba listo para lo que seguía; se estaba controlando demasiado por Zhou Mi, cuando en realidad deseaba como loco volver a encontrarse enterrado en su interior.

Lentamente subió por el cuerpo de Zhou Mi, apoderándose de sus labios nuevamente y adentrando su mano con cuidado entre sus piernas, en busca de su entrada. La boca de Henry bajo hasta los erectos pezones de Zhou Mi, recreándose en ellos disfrutando su sabor, endureciéndolos con delicadeza; con el propósito de distraerlo y provocarle menos dolor al prepararlo.

Zhou Mi gimió al sentir el primer dedo en su interior, Henry al escucharlo se excitó aún más, sin poder reprimir lamer y hasta mordisquear la sexy clavícula de su esposo, era una parte de él que le encantaba; haciéndolo gemir nuevamente. Henry beso por última vez esa parte de su cuerpo, cuando tres dedos se encontraban dentro de su entrada dilatada.

Hincado sobre la cama y entre las piernas de su esposo, Henry se deshizo de los pantalones de sus pijamas, ante la atenta mirada de Zhou Mi. Cuando se hubo desecho de ellos, Henry se volvió a tumbar sobre su él, separándole las piernas con delicadeza lo penetro sin resistencia. Pareciera que el cuerpo de Zhou Mi le daba la bienvenida.

Pasada la intensidad de sentirse apretado y a su vez acobijado, Henry no se movió inmediatamente tratando de tranquilizarse; ya que si no lo hacía terminaría antes de comenzar. Habían sido muchos años sin estar con la persona amada. Y Zhou Mi lo miraba maravillado, Henry con sus ojos cerrados encima de su cuerpo, mordiendo su labio interior tratando de contenerse; sosteniendo su cuerpo sobre sus marcados brazos mientras gotitas perlaban su cuerpo, era algo digno y sexy de ver. 

Cuando Henry abrió sus ojos, sus miradas se volvieron a encontrar.

- Henry, gracias. – dijo Zhou Mi pasándole la mano por la mejilla -. Por amarme al grado de olvidar.

- Sshhh… te amo y no hay más pasado para mí, que nuestra boda. – aquello enterneció el corazón de Zhou Mi, quien paso sus brazos por el cuello de Henry, acercando su rostro en la búsqueda de un beso.

Ya no había necesidad de hablar del pasado, de ahora en más vivirían y se amarían en presente, atrapados en su amor.

- Te amo Henry, te voy amar siempre.

Se besaron, y bajo el vaivén de las penetraciones de Henry, se volvieron a amar; una y otra vez aquella noche… su noche de bodas.
F i n .

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1 Comentarios

  1. Owwwwwww que bonitooooooooo tan yierno el el asuntooooo. La ameeeeee asi todo azucarafo meloso *0* que bueno que al otro hijo de su... Lo arrestaron ylo metierob al bote por bitch xD

    gracias Ppr el Fic!!!! Estuvo muy bonito... Aunque nunca había leído un henmi.. Más bn era un zhoury xD

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