Adaptación: Un Ejercicio Completo


Título del Oneshot: Un Ejercicio Completo
Novela de: Alix Bekins
Adaptación de:
Lunis HeeChan
Capítulos: Único
Parejas: TaeMoon
Tipo: Yaoi
Género: slash, lemon
Clasificación: +18

Advertencia: Esta es una adaptación de una novela, no lo escribí yo, sólo cambie nombres y algunos datos, recorte un poco para hacerlo más fácil a la lectura y hacerlo encajar con los personajes…todos los créditos a su autora original y a sus traductores al español…

Comentario: Vengo con el tercer libro que prometí adaptar para las pareja de ZE:A. Esta vez es uno muy muy corto, tanto que solo logre un oneshot, pero prometo traer algo más de esta pareja después. Justo ahora que acaba de terminar el TaeMoon que teníamos en Aquelarre, vengo con un Tae Heon x Jun Young. Espero que les guste y disfrútenlo.







Un Ejercicio Completo


Tae Heon quería follarlo.

Eso era genial, porque quería que Tae Heon lo follara a él.

El problema era que Tae Heon parecía interesado, pero no estaba haciendo nada al respecto y Jun  Young estaba molesto.

- Jódeme, jódeme, jódeme. - cantaba en voz baja, al ritmo de sus pectorales -. ¿Qué estás esperando?

Jun Young mantenía su pequeño dialogo en la sala de gimnasio de la compañía, donde desde hace poco le gustaba pasar después de ensayar las coreografías con el grupo. Sobre todo porque sabia que Tae Heon estaría ahí también.

Lo que sea que hiciera que Tae Heon dudara ya no importaba porque esta noche sería la última noche que Jun Young estuviera colgado en el gimnasio hasta que todos se hubieran ido, excepto Tae Heon. Jun Young aun recordaba la vez que Tae Heon se propuso a mejorar su cuerpo, se aficiono al ejercicio, a todos lados llevaba sus pesas, se adelgazo y ahora tenía un cuerpo de ensueño.

No es que detestara su antiguo cuerpo. Antes Tae Heon parecía un tierno y abrazable osito… ahora… seguía siendo como un osito con su comportamiento, pero su cuerpo dejaba babeando a más de uno e impresionados a más de dos.

Sería ahora o nunca. Esta noche estaba levantando todas las restricciones, no sería más el líder, se despedía del sutil coqueteo que había nacido entre ambos, y estaba a punto de golpear a Tae Heon, llano y directo.

Y si eso no funcionaba, buscaría a alguien más entre las demás salas de ensayo, y haría que el hombre lo jodiera sin piedad hasta que se olvidara por completo de Tae Heon. Usándolo para no pensar en lo que no podía tener, aunque Tae Heon tuviera ahora en su cuerpo puro músculo sólido, apenas con su energía contenida, y los ojos más perversamente sexys del planeta. Y esa boca...

- Ni siquiera empieces a pensar en la boca, - Jun Young se dijo con severidad -, porque entonces vas a pasar a otras partes del cuerpo como ese culo y esos muslos... - Él tomó un momento para tragar la saliva que se reunía en su boca -. Concéntrate. Cuando se hacen flexiones de brazos no es momento para tener una erección. Muy malo cuando tu pene llega a la alfombra antes de que lo haga tú pecho.

Así que de todos modos; esta noche era la noche. Jun Young iba a tener sexo o morir en el intento. Lo que más deseaba era que Tae Heon le perdiera el respeto.

Sabía que le gustaba, lo había notado más de una vez mirándolo, todos esos toqueteos y cercanía entre ellos… pero porque no se atrevía a algo más.

Tae Heon estaba en la cinta, corriendo con los auriculares puestos, lo que era bueno porque no había oído a Jun Young murmurando para sí mismo. Desde que la seducción verbal no era una posibilidad, Jun Young había decidido quedarse dentro de la línea de visión de Tae Heon y tentarlo a la acción de esa manera.

Hasta ahora parecía estar funcionando, los parpadeos ocasionales de los ojos de Tae Heon habían sido prometedores y la mirada de hambre que le había dado a Jun Young cuando lentamente había marcado los músculos de sus brazos mientras que realizaba las flexiones antes de dejarse caer sobre la estera, había sido algo muy gratificante.

Tae Heon había incluso dejado escapar un gemido, apenas audible sobre el sonido de la cinta, mientras sus ojos recorrían la piel húmeda de Jun Young.

Oh sí, Tae Heon lo deseaba, eso era seguro. Jun Young tenía que conseguir hacer un movimiento. Tal vez ya era hora de algo más interactivo, ya que Tae Heon estaba terminando su carrera. Por lo general, luego de las flexiones, se trasladaba al banco de prensa, pero esta noche Jun Young iba a pegarle a él.

Por el momento Tae Heon se estaba secando un poco con una toalla, Jun Young estaba sentado en el banco de pesas, bebiendo de la botella de agua.

Tae Heon le dirigió una mirada inquisitiva. Jun Young sonrió encantadoramente.

- Pensé en arriesgarme un poco y colocar algo más de peso. ¿Puedes sostenerlo para mí? Tú ya has marcado tus brazos Tae Heon y eso se nota. - era todo lo que podía hacer para no revolotear los ojos y reírse como una niña.

Tae Heon asintió.

- Claro. ¿Vas a levantar todo eso? - preguntó, señalando a la barra cargada -. Ya has estado lastimado.
- Puedo manejarlo. - dijo Jun Young.
- Muy bien, entonces. ¿Listo?
- Siempre. - él le guiñó un ojo.

JunYoung tendido sobre su espalda a lo largo del banco, sintiendo que el vinilo se adhería al sudor en su espalda y los ojos de Tae Heon en los amplios músculos de su pecho. Envolvió las manos alrededor de la barra y Tae Heon la sostuvo por el centro mientras Jun Young enderezaba sus brazos, levantando el peso. Tae Heon se acercó más, las dos manos en la guía, por si acaso.

Cuando Jun Young se inclinó y enderezó sus brazos, Tae Heon contaba, escuchándose un poco más agitado de lo habitual después de su ejercitación. Cinco... Seis...

Él incluso estaba más cerca, y Jun Young levantó la vista hacia él. Sus brazos debilitados por un momento cuando su cerebro registró lo que vio; Tae Heon estaba prácticamente a punto de situarse en el banco de la derecha sobre la cabeza de Jun Young. La mirada de Jun Young se había concentrado en los muslos tensos, el pantaloncillo azul oscuro, y un bulto totalmente obvio. Más de lo normal.

Deliciosamente más.

La boca de Jun Young se hizo agua.

- Diez... Once... ¿No vas a descansar entre las series?

La voz de Tae Heon hizo a Jun Young parpadear y reorientar sus ojos más arriba, en la cara encima de él. Tae Heon tenía un aspecto vagamente tenso, su cara muy enrojecida, pero tratando de sonreír cuando reprendió a Jun Young por la exageración de su ejercitación.

«Perfecto», Jun Young pensó.

- Una más. - gruñó él, y al llegar a la doceava puso el peso hacia atrás en la parrilla.

Jun Young se sentó, mirando a Tae Heon, que parecía nervioso. Jun Young tomó su botella de agua y la camisa, tomó un trago. Él le dio unas palmaditas a su cara y pecho.

Tae Heon claramente no tenía idea cómo lo estaba mirando. Como un hombre seco en un desierto, mirando a un espejismo, incapaz de creer lo que veía. Jun Young sofocó una sonrisa. Si Tae Heon se resistía a esta, era poner punto final y partir a cualquier lugar que lo llevara su pasión reprimida. Iría a por alguien que si lo jodiera.

La mano que sostenía la camisa húmeda por el sudor caía al suelo.

Jun Young se incorporó y luego bajó su cabeza, para que descansara en su regazo, la mirada de Tae Heon hacia abajo. Lentamente, Jun  Young levantó su cabeza junto con la botella de agua, dejando sus ojos casi cerrados. Manteniendo la botella en su boca, apretó, chorros de agua se deslizaban por su boca abierta, dejando que el resto del líquido lavara su cuello y  pecho.

- Hace calor. - se quejó él, sacando su lengua por los labios en un movimiento lento, lascivo -. Tanto calor. - él levantó la botella de agua más alto y vertió la mayor parte del contenido sobre la cabeza, dejándola gotear sobre su ardiente piel.

Tae Heon estaba congelado en su lugar, observando. Sus manos estaban cerradas, la cara de color rosa, y la lengua lamiendo su propia boca, como si el aire tuviera el sabor a Jun Young. Él gimió.

Pero todavía no se movía.

«Maldita sea», pensó Jun Young. «Me doy por vencido. Casi».

- Tae Heon. - dijo en voz alta.

Tae Heon parpadeó y enfocando sus ojos en la cara de Jun Young, se veía como un conejo atrapado. Se aclaró la garganta.

- Um. ¿Sí?
- ¿Vas a joderme? - preguntó Jun Young.

Hubo una larga pausa mientras observaba las palabras hundiéndose lentamente. Y entonces, sin contestar, sin siquiera ver a Tae Heon moverse, Jun Young fue clavado de espaldas en la parte superior de la banca mientras la lengua de Tae Heon lamía el agua de su mandíbula,  garganta, y clavícula.

- Al fin me joderás. - se quejó Jun  Young, las manos enredadas en el cabello de Tae Heon levantándolo hacia arriba.

Sus bocas se estrellaron cuando Tae Heon empujó más su cuerpo en la parte superior de Jun Young. Una mano se abría camino en los hombros de Jun  Young mientras que la otra se deslizaba por su rodilla, que había envuelto alrededor de la cadera de Tae Heon, hasta el muslo de Jun Young que luego se ahuecó en su culo para colocarlo más cerca.

Sus cuerpos tensos, juntos, empujando uno contra el otro en el banco, ávidos de más contacto.  Finalmente Jun Young alejó su boca, necesitado de aire.

- Ropa. Quítatela. Ahora. – le importaba un comino el lugar en donde estaba.

Ya todos se habían ido y era raro que alguien se apareciera por ahí a esta hora, además que era un área exclusiva del grupo.

Jadeando, Tae Heon asintió con la cabeza y dio un paso atrás, tirando de su camisa obediente, mientras que Jun Young se encogió de hombros y se sacó sus pantalones, sin molestarse con sus zapatillas. Se dio la vuelta sobre sí mismo y se extendió a través del banco de trabajo, gimiendo mientras su erección se apoyaba en la superficie acolchada del banco.

Tae Heon hizo un ruido entre un gemido y un lamento cuando se lanzó hacia adelante.

- Espera. - le detuvo Jun Young, señalando hacia un lugar en el gimnasio -. Alcánzame mi bolsa.

Tae Heon levantó una ceja. Jun Young sonrió dulcemente.

- Tengo condones y lubricante en ella. No te permitiré escapar esta vez.

Tae Heon sonrió y Jun Young pudo ver un poco de nerviosismo en él, después de todo, él era menor. Tae Heon fue a buscar la bolsa, entregándosela a Jung Young, que rápidamente sacó las cosas y se las dio a Tae Heon, luego rodó a su anterior posición.

Maldicion, sólo podía imaginar cómo se vería, desnudo, en el banco, su culo abierto y extendido, con sus medias blancas y zapatillas en sus pies.

Él arqueó la espalda y el vinilo crujió.

- Tócame. - dijo, mitad con mendicidad, mitad con mando. Tampoco es que quisiera asustarlo.

Tae Heon obedientemente levantó la mano y agarró el culo de Jun Young, colocando su pulgar en el pliegue, acariciando suavemente a través de la abertura. Después de un momento, deslizó el pulgar dentro y lo movió a su alrededor. Jun Young gimió, empujando hacia atrás con impaciencia. Tae Heon respondió deslizando los dos pulgares y  estirándolo.

El banco crujió bajo el peso de Jun Young.

- Ahora Tae Heon. Métemela ahora.

Aún en silencio, Tae Heon alejó las manos y Jun Young se tensó por un momento hasta que oyó el crujido familiar del envoltorio de plástico y luego sintió la presión más deliciosa cuando Tae Heon se deslizó en su interior.

El pene de Tae Heon era grueso, tal como lo había observado y lo llenaba por completo.

- ¡Rayos, sí! - dejó escapar Jun Young con un gemido -. ¡Por fin!

Tae Heon comenzó a moverse a un ritmo relativamente rápido, las manos fuertes alternando entre sus caricias y los embistes de Jun  Young hacia él, tratando de agarrarlo fuerte para mantener sus caderas firmes. Muy pronto él se inclinó sobre Jun Young con las manos apretando el banco y empujando con todo lo que tenía su erección dentro de Jun Young.

Jun  Young estaba en el cielo. Esta era la jodida que él quería, la que ansiaba, la que deseó le diera Tae Heon desde hacía mucho tiempo, más del que pudiera recordar. Estaba caliente, pegajoso, sudado y necesitado con urgencia, justo ahora estaba fuera de control y era absolutamente una jodida perfecta.

Se las arregló para dejar el agarre que tenía en el banco, empujándose a sí mismo lo suficiente como para colocar su mano alrededor de su pene, y empezar a acariciarse fuerte y rápido. Se podría decir que Tae Heon estaba cerca y sus embistes eran más duros, perdiendo el ritmo, yendo por la recta final.

Su punto culminante se construyó y en un momento llegaría a su liberación. Cuando ocurrió, todo el cuerpo de Jun Young se sacudió convulsivamente. Todos los músculos apretados, tensándose durante un buen rato. Él gritó obscenidades y se corrió furiosamente sobre su mano, en el pecho y el banco de vinilo azul, teniendo el más feroz orgasmo que pudiera recordar atravesando su cuerpo.

Los huesos se convirtieron en pudín, Jun Young se desplomó en el banco ahora muy pegajoso mientras Tae Heon dio algunas duras embestidas más, corriéndose con un aullido animal. Sus caderas poco a poco se desaceleraron y se detuvieron. Sintiendo los últimos escalofríos de reflujo se dejó caer sobre el banco.

Jun Young hizo un ruido vago de dolor, sintiéndose aplastado.

Después de un momento, Tae Heon respiró hondo y se salió lentamente de Jun Young. Se alejó, entonces cuidadosamente llegó a Jun Young y tiró de él hacia abajo sobre la colchoneta en el suelo. Sus ojos se contactaron por un momento, ambos con la misma sonrisa saciada, antes de que Tae Heon agachase la cabeza y lamiera el estómago de Jun Young, limpiándolo.

- Mmm... Eso fue brillante. - murmuró mientras Tae Heon terminaba, tirando de él un poco y acostándose a su lado.

Tae Heon asintió.

- Sabía que iba a ser así... ¿Qué estabas esperando? - preguntó Jun Young.

Tae Heon se quedó en silencio durante tanto tiempo que Jun Young se preguntó si se había dormido. En silencio, Tae Heon respondió:

- Mi único otro momento con un chico fue una experiencia bastante mala, cuando yo era apenas un niño. Nunca pensé que me gustaría darme otra oportunidad... - él suspiró y entonces se echó a reír -. Pero maldición, Jun Young, ¿quién podría resistirse a ti? Una vez que fijas en tu mente tu objetivo en alguien, es el final de ello, yo nunca he estado tan cerca de correrme sólo porque alguien me sedujera.
- Bueno, es algo bueno que lo hiciera, ¿verdad? Tú parecías bastante desorientado y lento, pero podía ver que lo querías tanto como yo. - Jun Young se rio -. ¿Pero tú eres siempre tan silencioso cuando tienes sexo? Me gusta tu voz sexy. - dijo, moviendo y presionando su despertada erección en el muslo firme de Tae Heon para que quedara claro que para él esa noche no estaba ni siquiera cerca de terminar.

Tae Heon dio la vuelta y le dio un rápido beso, antes de sonreír.

- Creo que sólo me dejaste sin palabras, cariño. Vamos al departamento y ver si puedo hacer lo mismo contigo.

F i n .

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