Colaboración: Twinkle Twinkle Little Star... Oneshot

Título del oneshot: “Twinkle Twinkle Little Star”
Parejas:
SiChul
Tipo: Yaoi
Género: Romántico, Fluff, AU
Clasificación: PG
Advertencias: No respondo por la diabetes que esto pueda causar XP
Comentario: Lo que pasa cuando se tiene la mente programada en SiChul -w- viendo videos infantiles en ingles con mi sobrino, mientras veía un hermoso y tierno video con una estrellita y un búho, sucedió este shot en mi mente. El shot lleva el mismo nombre del video >.< Soy una enferma lo sé!!!! Pero que puedo hacer, el SiChul me provoca.


Mis nenas, les dejo algo lindo y tierno de mí, espero que les guste porque esto es completamente de ustedes que aman el SiChul. Las Quiero Nenas… Saranghae♥






Como  todas las noches, Heechul iba a sentarse en medio de la oscuridad de aquel enorme jardín, a mirar las estrellas. Especialmente siempre miraba a una, aquella que resplandecía con luz propia, no la envidiaba, pero si la admiraba y algún día…

- Si pudiera tan solo pudiera… - se decía.

Era tanto su afán de verla, que cada noche no podía faltar a su cita con ella, su lugar favorito para observarla, una bella banca de aquel enorme jardín.

Heechul tenía 16 años, sus padres desde tiempos remotos, servían a la familia Choi. Y él desde niño se crio en la mansión. Podía ir a la escuela, hacer sus deberes y de vez en cuando ayudar con las labores que requería una casa tan grande como aquella.

Sus padres eran felices con su destino, estaban juntos, se amaban, tenían un techo donde vivir y sus patrones los trataban muy bien. Incluso Heechul, le fue otorgado el permiso para jugar con el joven heredero, quien era dos años mayor que él. Convirtiéndose en su amigo de juegos, con el compartió toda su infancia y ahora, en su adolescencia, no lo veía tanto como antes.

El joven Choi Siwon, tenía una agenda completa, entre sus estudios, cumplir con sus tareas y deberes de heredero. Debía presentarse en fiestas, reuniones o acompañar a sus padres en los eventos que como familia, requería su asistencia.

Por eso Heechul, se veía privado de su mejor amigo.

Sus padres no entendían del todo esa fijación de Heechul por salir cada noche al oscuro jardín a admirar las estrellas, al menos eso es lo que los señores Kim creían. Lo dejaban hacerlo, porque pensaban que su hijo tan solo era un joven soñador, pues estaba en edad de serlo. No le hacía daño a nadie y a menudo se le veía feliz a Heechul, al regresar de su paseo nocturno por el jardín. Aunque esto sucedía muy poco.

Esa noche como todas, camino a oscuras hasta su lugar predilecto, en el cual podía ver las estrellas. Solo los sonidos nocturnos lo acompañaban esa noche, los grillos y algunos animales que se disponían por fin a dormir. El frio calaba un poco sus huesos, pero estaba acostumbrado a ello.

La noche era preciosa, hasta creía ver el cielo azul por la claridad que daban la luna llena y las estrellas. Sentándose en aquella banca, metió sus manos a los bolsillos de su sudadera tratando de darse calor y levanto su cabeza.

- ¿Cómo me pregunto lo que eres?… tan alto, estando en la cima de mi mundo… - se preguntaba Heechul con un dejo de tristeza en su voz.

En seguida bajo su cabeza soltando un suspiro. El aire tibio que soltó sus pulmones, pronto hicieron una pequeña nube frente a él, era una noche muy fría.

- Como un diamante en el cielo, eso eres. Tan brillante, como las mismas estrellas… pero hoy no brillas para mí.

Se levantó de la banca y volvió a suspirar, entonces trató de subir a esta, con sus pies encima, levanto su cabeza al cielo. Sacando una mano de sus bolsos, la estiro intentando alcanzar aquello que admiraba, sintiendo el frio acalambrar cada uno de sus dedos. Era imposible, sabía que no lo podría alcanzar, tan lejana e inalcanzable como aquella estrella.

Por más que intentara jamás podría compararse al brillo de esta. Sus dedos abiertos, moviéndose al aire, Heechul los observaba triste.

- Sin tan solo pudiera… una vez más…

El ruido de unos pasos lo hicieron girar sobre la banca, detrás de él la oscuridad se cernía, no podía ver gran cosa, pero escuchaba claramente.

- ¿Quién anda ahí? – pregunto seguro de que le iban a responder.
- Te he dicho que en noches frías no debes salir, Heenim.
- Yo… es solo que…
- Si, lo sé. – dijo la voz, dejando ver a la persona que ya se encontraba cerca de él -. Y no sabes lo feliz que me hace saber que puedo venir y encontrarte aquí observando las estrellas.
- A mí también. – una sincera sonrisa se dibujó en el rostro de Heechul mientras tendía la mano a su amigo para que subiera con él a la banca.
- ¿Cómo es que te gusta estar aquí?
- Es el mejor sitio para observarla… - hablo quedito Heechul, pero Siwon pudo escucharlo claramente.

El silencio de la noche los envolvía, los animales parecían haberse callado ante su charla, solo ellos dos en aquel jardín, con las estrellas brillando en lo alto y la luna iluminando lo suficiente para ver sus rostros.

Ambos felices por poder verse, sin dejar de mirarse, se sentaron al borde del respaldo de la banca, uno muy cerca del otro. Sus brazos y piernas rozándose, para nada incomodos.

Siwon levantó la vista al cielo.

- Es divertido que hayas escogido este lugar, puedo ver la ventana de mi cuarto desde aquí. – al escuchar esto de Siwon, a Heechul se le coloreo el rostro -. A veces cuando llego tarde, me asomo por la ventana pensando que todavía estas aquí. A veces no te encuentro porque ya es demasiado tarde, pero otras veces como hoy, que te vi aquí sentado; es que bajo a verte. – su confesión hizo feliz a Heechul.
- Gracias por venir. – fue lo único que se le ocurrió decir.

Pues Heechul sabía lo ocupado que estaba Siwon en estos días, pronto habría de irse de casa, para estudiar en un país extranjero.

Cuando Heechul se enteró, su insistencia por salir en las noches se hizo mayor. Por eso a pesar del frio, y ante la negativa de su madre, el saldría aunque muriera de frio. Era lo único que lo consolaba. Dejaba de sentir un poco esa opresión en su pecho.

Se quedaron en silencio, Heechul mirando al cielo y Siwon, mirándolo a él. El mayor extasiado en la belleza del menor, curioso de lo que podía ver, ¿Qué tanto le atraía de observar las estrellas?

- Siwon, ¿no estás viendo las estrellas? – dijo Heechul riendo sin despegar su mirada del cielo.
- Estoy viendo una, mi propia estrella.

Y tocando su mano, hizo voltear a Heechul para mirarlo. Sus manos que comenzaron en un roce, Siwon afianzo el agarre entrelazando sus dedos al otro. Heechul le respondió el gesto y también enredo sus dedos con los suyos.

- Eres más bonito que esas estrellas, más brillante que la propia luna y más misterioso que el cielo nocturno. – le dijo Siwon tan cercano a su rostro, que hizo a Heechul parpadear varias veces para enfocarlo y sentir su aliento cálido.
- ¡Siwon!... – exclamó Heechul aun parpadeando.
- Y como siempre que te encuentro, te has olvidado de abrigarte bien.

Siwon llevaba una bufanda roja en sus manos, la envolvió con cuidado alrededor del cuello de Heechul, dándole dos vueltas y acomodando el resto sobre su pecho, Las manos de Siwon mientras acomodaba con destreza la bufanda, rosaban de vez en cuando el cuerpo de Heechul.

Estaban tan cerca, que podrían abrazarse. Heechul se sonrojo por sus pensamientos.

- Listo. – dijo Siwon, acercando su rostro tan cerca de Heechul, que avanzando unos pasos más, pudo darle un tierno beso en la mejilla.
- Gra… gracias Siwon. – atino a decir llevando su mano a la mejilla.
- ¿Por qué es que te gusta estar a oscuras aquí? Tan bello que es el jardín encendido.
- La mejor manera de ver las estrellas es en la oscuridad. – se excusó Heechul.

Y al decir esto, Siwon se alejó por el camino en el que había llegado, justo a un lado de la fuente, Heechul sabía que en ese lugar se encontraban los controles que encendían las luces del gran jardín.

Siwon comenzó a encender uno a uno los interruptores.

El primero encendía las luces de los pequeños faroles que iluminaban los caminos, el segundo iluminaba las grandes lámparas que se alzaban en los postes que terminaban en enormes esferas luminosas, el tercero iluminaba la salida de la casa, el cuarto encendía las luces de la gran fuente al centro del jardín y el quinto, hacía que la fuente comenzara a funcionar, haciéndose escuchar el ruido del agua al caer.

En realidad, el jardín completamente iluminado era hermoso. Heechul nunca lo había visto completamente iluminado, ya que esto solo sucedía cuando los Choi tenían visitas o recepciones, y en los dos casos, Heechul permanecía dentro de la casa o ayudando en la cocina.

Si alguna vez lo vio iluminado, jamás lo había visto completamente, pues el jardinero casi siempre tenía encendidos solo los pequeños faroles de los caminos.  Heechul miraba extasiado todo a su alrededor.

- Y tengo uno nuevo.
- ¿Cómo? – Heechul no entendía a qué se refería.
- Un interruptor nuevo, le dije a nuestro jardinero que lo agregara especialmente. – le explico Siwon.

Siwon le hizo una seña con la mano para que viniera a su lado. Heechul así lo hizo, alcanzando la mano que Siwon le tendía, entrelazando nuevamente sus dedos.

Pronto, el jardín estuvo de nuevo en total oscuridad. Mucho más porque los ojos de Heechul se habían acostumbrado a la luz. Segundos después, unas luces fueron encendidas, justo en la banca donde suele sentarse, bañando también el árbol que se erguía a un lado de esta.

Las luces eran tenues como pequeñas luciérnagas que iluminaban el lugar sin deslumbrar. Heechul soltó la mano de Siwon para avanzar unos pasos, estaba sorprendido y feliz que Siwon hubiera pensado en él. Que hubiera planeado esa sorpresa solo para él. Ese pequeño detalle de Siwon, significaba mucho, pues le decía que este lo tenía presente, aunque no se vieran mucho.

Heechul miraba extasiado el lugar, cuando sintió que unos brazos rodeaban su cuerpo y lo arropaban entre ellos. El cuerpo cálido de Siwon, se pegó a su espalda y el suéter de este lo rodeo por enfrente. En ese momento fue que se dio cuenta Heechul, lo frio que estaba, pues en contraste con el cuerpo de Siwon, lo sentía arder en su espalda.

- Yo te arroparé Heechul, siempre… siempre estaré pendiente de ti. Porque eres la única luz a la que quiero mirar. – susurró Siwon muy cerca de su oído, enchinando la piel de su cuello y mejilla -. Tú eres más brillante que un que esos pequeños diamantes en el cielo, Heechul, eres como el sol para mí.
- Somos tan diferentes Siwon. – las manos de Heechul fueron a parar sobre las manos de Siwon -. Aun somos jóvenes, tú te iras. Tienes mucha vida por recorrer, veras otra parte de este mundo y te gustara. Y entonces, yo quedare en el olvido, como un bello recuerdo.
- No, llegara el día en que me haga cargo de todo y ese día, prometo que vendré por ti. Promete que no me olvidaras.
- Nunca, porque a diferencia de ti, me quedare en este lugar. Cada rincón de este jardín, de la casa, de mis recuerdos estarás tú. Y ame aferrare a ellos, porque esos recuerdos tuyos me harán levantarme cada mañana, dándome la esperanza que algún día volverás por mi como lo has prometido. Aunque ese día nunca llegue, sé que yo voy a esperarte.

Algunas lágrimas ya rodaban por las mejillas de Heechul, recorriendo el camino hasta gotear en sus manos, Siwon las sintió. Hizo girar a Heechul dentro de su abrazo abrigador, dejando su rostro frente a él. Mientras con una mano sostenía el suéter a espaldas de Heechul para que no se abriera, su otra mano libre, tomaba la barbilla de Heechul.

- Heechul, mírame. – le pidió Siwon. Los ojos de Heechul vacilaron un poco, sus pestañas se fueron abriendo, dándole paso a sus grandes ojos cristalinos -. No me voy, no me apartare de tu lado.
- ¿Qué dices? – pregunto Heechul con incredulidad.
- Que no me enviaran al extranjero, les pedí a mis padres que me dejaran estudiar en la ciudad, podre venir todos los fines de semana y…
- ¿Cómo los convenciste?
- Mis padres no son unos ogros, tú debes de conocerlos tan bien como yo. Les he dicho que tengo a alguien importante que no puedo dejar, que si lo hacen, su brillo especial desaparecería y yo me sentiría muy responsable por eso.
- ¡Siwon! – chilló Heechul escondiendo su rostro en el pecho del más alto.
- Sé que dije una mentira, porque la verdad es que lejos de ti, yo… yo me apagaría Heechul.
- Siwon… - ahora fue Heechul quien sostuvo el rostro de Siwon con ambas manos -. No digas eso, me asustas.
- El problema es que yo estoy terriblemente enamorado de ti y tú, creo que tú estás más preocupado por tu deber para con mi familia. – Siwon recargo su frente en el hombro del más bajo y suspiró.

Algo en el corazón de Heechul se estrujo, se removió, Siwon creía que significaba tan poco para él. Pero si él era su todo, por quien vivía y seguía soportando que lo alejaran de él. “Es por su bien” se decía siempre Heechul y ahora se daba cuenta, que por su bien no debía mantenerse alejado de él.

Con el corazón latiéndole a alocado, Heechul se abrazó al cuerpo de Siwon, pegándolo al suyo.

- Pero si te amo más que a nada en el mundo.
- ¿Más que a tus estrellas? – pregunto Siwon, sin levantar aun su rostro.
- Si tú eres mi estrella.

Siwon levanto su rostro y se lo quedo viendo, Heechul le esbozo una sonrisa, enredo sus brazos en el cuello del más alto y levantándose sobre sus puntas, lo besó. Fue un tierno beso, si acaso solo un roce de labios, pero que consigo llevaba mucho amor.

- Aquí mismo… - comenzó a decir Siwon con voz ronca, sus frentes quedaron pegadas después del beso -. Fue donde te bese por primera vez.
- Hace tres años.

Recordando ese momento, Heechul tenía solo trece años y Siwon quince, pero para ambos, fue su primer beso. Tan dulce y tierno como el que Heechul le dio esta vez.

Siwon levanto su cabeza, su mano apartó unos mechones de cabello del rostro de Heechul, para después tomarlo con ambas manos. Como siempre esos ojos que lo maravillaban, brillaban intensos esa noche para él, Heechul tenía los más hermosos ojos en los que se podía ver.

- Aquí mismo, en este lugar, te doy mi promesa. Te esperare Siwon. – en respuesta, Siwon lo estrecho contra su cuerpo.
- Gracias Heechul. - El corazón de ambos, latía a la misma velocidad que un aleteo de colibrí, podían escuchar sus propios latidos -. Te voy a besar ahora…

Ya eran mayores, al menos Heechul ya no era ese niño de trece años que Siwon besó por primera vez, pero con este beso que el mayor había iniciado, fue como si no lo hubiera besado nunca antes. Tan diferente, tan cargado de amor, necesidad y otra cosa que Heechul descubriría después que era pasión.

Al principio, Siwon lo besó con dulzura, consiguiendo que Heechul abriera la boca. Le lamió los labios y entrelazó sus lenguas. El deseo y la pasión se apoderaron de Siwon como si fueran un fuego. Ciertamente era el mayor y le llevaba ventaja a Heechul en esto, pues el menor aún se encontraba ignorante de este tipo de emociones.

Hasta ahora.

Heechul pronto comprendió, él también lo deseaba, aunque no supiera porque. Siwon profundizó el beso y Heechul lo aceptó, su cuerpo se apretó contra el del más alto. Nunca antes había experimentado un beso así. Se sentía asombrado, perdido en él.

Tuvo que apartarse del mayor, su cuerpo estaba ardiendo y le asustaba un poco, siendo la primera vez que se sentía de esta forma. Cuando se apartó de Siwon, a este se le escapó un pequeño gemido de protesta. Pero al mirar las mejillas sonrojadas de Heechul, sus labios abiertos jadeando, fueron el éxtasis para Siwon.

- Entonces, eres mío Heechul. – comenzó a decir Siwon sin soltar la cintura de Heechul -. Estas prometido a mí, Choi Siwon. Me diste tu promesa.
- Y la cumpliré.

Heechul ignoraba el alcance de sus palabras y lo mucho que para Siwon significaba; de lo único que estaba consiente, es que no debía, no quería separarse de Siwon. El mayor moriría sin él, y él, sus días carecerían de su brillo.

- Estudiare con ahínco toda la semana para volver los fines de semana a tu lado, y te sientas orgulloso de tu prometido. – Siwon dijo feliz, tomándole las manos.
- ¿Prometido? – pregunto Heechul ladeando la cabeza.
- Sí, eso eres. Mi prometido. – Siwon lo acerco robándole un beso, acercándolo con su mano del cuello -. Y uno muy hermoso.
- ¡Ya Siwon! Alguien puede salir y vernos. – golpeaba Heechul su pecho para que lo liberara.
- Por hoy lo hare, debemos entrar, es tarde y mañana debemos levantarnos temprano. – dijo Siwon mientras soltaba a Heechul y se apartaba, metiendo sus manos en los bolsillos.
- Ve tu primero, no deben vernos juntos… aun. – eso logro una gran sonrisa en el rostro del más alto. Porque entendía que Heechul estaba consiente, que algún día todos se habrían de enterar de su promesa, estarían juntos y no tendrían que ocultarse más.
- Me iré primero.

Siwon se quitó la chamarra, ayudando después a Heechul a ponérsela, pues seguramente el menor se distraería otro poco antes de entrar. Con cuidado abrocho todos los botones y arreglo la bufanda que antes le había puesto, finalmente con un Heechul bien cubierto del frio, Siwon volvió a tomar su rostro con ambas manos y dio un beso en su frente.

- Dulces sueños Little star. – le deseo Siwon.

El mayor se agachó un poco para dejar su rostro a la altura de Heechul, observando claramente el sonrojo de este y como trataba de ocultarlo entre la bufanda. En seguida, Siwon se dio la vuelta, dispuesto a irse, dejando a un Heechul feliz y con un extraño aleteo en su estómago.

- Brilla, brilla, estrellita. – comenzó a cantar Heechul, sosteniendo la bufanda que cubría su boca.

Regresó sus pasos, hasta el lugar en donde Siwon lo había encontrado, subió a la banca ahora tenuemente iluminada y se sentó en el borde del respaldo.

- Ya no me pregunto lo que eres, porque ahora sé que lo eres todo para mí. – su mirada ya no se dirigía a las estrellas, sino aquella ventana que sus cortinas abiertas, dejaban ver una habitación iluminada -. Por muy alta que estés, tratare de alcanzarte y tomar tu mano, para nunca soltarte.

De nuevo el sonrojo aparecía en su rostro, al recordar ese beso que lo lleno de calor y al ver el cuerpo que frente a él se desnudaba, para después vestirse con el pijama. Porque nadie sabía, que su mirada no estaba centrada en el cielo, sino en aquella ventana que cada noche se iluminaba y que la única estrella que Heechul veía cada noche, era Siwon, el primogénito de los Choi.

Su estrella brillante… no era inalcanzable… al menos no su corazón.


F i n .

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8 Comentarios

  1. awwwwwwwwwwwww,fue lo mas lindo y tierno que he leido me encantoooooooooooooooooooooo>< gracias XD

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  2. awww comadreeeeeee!! esta bellísimo!!! me encantó, en serio que me encantó!!! Gracias por compartirlo *-*

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  3. T^T
    son tan perfectos,cada uno con sus preocupaciones,pero eran cosas que involucraban a los dos. Cada uno preocupandose a su manera y con sus propios miedos.
    Pero vieron que su amor haria que esas cosas disminuyeran un poco y ver que podrian estar juntos mas adelante,que se esperarian
    que su estrella personal lo amaba

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  4. Estoy escurriendo miel!!!!!!!
    Que cosa tan coqueta, tierna y hermosa acabo de leer jajajaajajajaajaj
    A veces me gustaría haber vivido un romance esta forma...........Menos mal que estas aquí para leerte.....GRACIAS x compartir :)

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  5. totalmente hermoso *O* me sentía igual que hee mi corazón se estrujo y waaaaawwwwww es que amo el Sichul y cada vez que leo o veo algo sichul mi corazón salta de alegría lo ame son mi tipo de one shot preferidos lo amoooo y si tienes mas shot sichul asi tan hermosientos por favor dimeee *-* es totalmente hermoso (y mira que eh repetido esto) te felicitooooooo muy muy lindo, me iso muy feliz leer
    (y perdon por poner anónimo pero no podia poner con otro y realmente quería comentar )
    ky-chan

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  6. Ohhh que bello! Super tierno y lindo el fic... creo que voy a shippear esta parejita de aqui en adelante! :3
    Gracias por todo, y felicidades a la autora!

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  7. Ohhh que bello! Super tierno y lindo el fic... creo que voy a shippear esta parejita de aqui en adelante! :3
    Gracias por todo, y felicidades a la autora!

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  8. Cierto, la historia es realmente muy linda y tierna... me encanto las promesas

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