Estas en mi camino... Capitulo 25

Jae Hyung (POV)

Sonrío mientras me veo en el espejo. Desabrocho un botón más de mi camisa, acomodo el cuello de tal manera que deje al descubierto un poco más de piel. Verifico que se vea bien, de nuevo sonrío al sentirme satisfecho con la ropa que me he puesto.

Escucho el timbre de la puerta… es él!

Me apuro a ponerme mis zapatos, tomo mi cartera y mi chaqueta y salgo de mi habitación, papá llegó temprano hoy, estoy seguro que no perderá la oportunidad para volver a interrogar a Seung Yub.

Me detengo con la respiración agitada, tal como lo pensé, papá camina con Seung Yub rumbo a la sala, le ha puesto su brazo alrededor de los hombros, puedo ver lo tenso que está Seung, contengo una carcajada.

-Dios… tu padre…- sonrío cuando appá se queja y se para junto a mi viéndolos- lo siento hijo, creo que tu novio saldrá corriendo después de esto.-

-No lo creo…- murmuro, no puedo dejar de verlo

Si, parece tenso y un poco incómodo, pero no tiene la intención de irse, papá sigue preguntándole cosas, él simplemente contesta todo. Cuando papá se pone indiscreto simplemente evade la pregunta o le dice directamente que no puede contestarle.

Papá parece satisfecho, sonríe cuando nos ve a mi appá y a mi parados en la entrada de la sala.

-Hey hijo, aquí tu novio me está contando que acaba de inscribirse a la Universidad- le da unos golpes en el hombro

Mis papás han llamado a Seung Yub “mi novio”, ¿es eso lo que es? Es decir, aun ni siquiera hemos tocado el tema.

-Sí, precisamente de eso quiero hablar contigo- Seung Yub me dice

-Anda, sal de aquí antes de que tu padre quiera hacer que se sienten y no los deje salir de aquí.- appá me da un empujón hacia Seung

¡Dios! Desearía que mis padres fueran unos padres normales, pero no lo son, papá rompió el molde definitivamente. Respiro hondo intentando dejar pasar la vergüenza. Le sonrío a Seung Yub.

-¿Nos vamos?-

-Claro- da un paso hacia enfrente pero papá aún tiene su brazo alrededor de sus hombros, ruedo los ojos

-Papá, déjalo ir-

-Oh! Si, si…- vuelve a darle unas palmaditas en los hombros- que se diviertan-

-Gracias señor-

Seung Yub me deja pasar a mi primero, en cuanto cierra la puerta de la casa, me giro hacia él, tomo su mano y lo hago caminar rápido fuera del jardín. Ni siquiera quiero voltear hacia atrás, estoy seguro de que papá está observándonos por la ventana y appá está intentando quitarlo de ahí.

Me detengo dos cuadras más adelante cuando escucho que está riéndose. Me giro hacia él.

-¿De qué te ríes?-

-Me cae bien tu papá…- abro los ojos sorprendido

-¿En serio?-

-Claro, tiene un humor muy peculiar, creo que me voy a entender con él.- ruedo los ojos

-Dios, no, por favor!- se ríe

Se encoje de hombros, para uno de sus brazos alrededor de mi cintura y me hace caminar junto a él.

-No puedo evitarlo, mi suegro es único.-

-¿En serio? ¿Tu suegro?- muerdo mi labio esperando su respuesta

-Si…- voltea a verme- ¡oh! ¡Es cierto! No lo he pedido de manera formal, ¿quieres que vaya a hablar con tus papás?- abro los ojos más sorprendido, de inmediato lo escucho reírse

-Deberías ver tu cara!- frunzo el ceño

-Tonto!.- le doy un golpe en el brazo- deja de bromear con eso, me estresas!- él sigue riéndose, así que yo sigo fingiendo que le doy golpes, en realidad solo estoy bromeando al igual que él

Empezamos a reír los dos, mientras seguimos bromeando. Mi respiración está agitada de tanto reír cuando me detengo de darle golpes. Seung Yub se detiene también, está parado frente a mí.

-Entonces… ¿te gustaría ser mi novio?- volteo a verlo, sonrío

-Sí, me gustaría…-  se inclina hacia mí para darme un beso

Es la primera vez que alguien me pide que sea su novio, debo decir que se siente raro. Tenía ganas de gritar, de reír, de llorar, todas las emociones mezcladas.

Seung Yub me habló de sus planes a futuro, quiere estudiar y al mismo tiempo trabajar, me ha dicho que el primer año le será un poco difícil, aún así, me ha hecho prometerle que esperaré por él. Me hace sentir especial el hecho de que me incluya en sus planes.

Me ha hecho sonreír cuando dijo que en uno o dos años, tendrá el dinero suficiente para comprar un pequeño departamento para los dos.

Todo es tan extraño, quiere hacer tantas cosas, y en todas me incluye a mí, me siento raro, y me hace querer participar en todo. Sin darme cuenta me he puesto también a soñar en lo que será de mí en uno o dos años.

Antes ni siquiera me importaba, ahora creo que debería dejar de andar vagando en las calles y perdiendo el tiempo, Seung Yub trabajará para poder estudiar y comprar un departamento. Tal vez yo también deba trabajar para ayudarlo.

Siento cosquillas en el estómago, no puedo dejar de sonreír. No puedo creer que un chico menor que yo provoque tantas cosas en mí…

Baek Ho (POV)

Respiro hondo por tercera vez, pero nada logra hacer que mi corazón se tranquilice. Las manos me sudan, y tengo un nudo en el pecho. Lo que es peor, es que ni siquiera entiendo porque me siento así. Es mi madre a la que vine a ver. ¿Por qué me siento tan nervioso?

Veo a mí alrededor. Estoy en una pequeña habitación, hay dos sillones cómodos, una pequeña mesa con un florero, en la pared un cuadro con alguna especie de mariposas pintadas. Pero es todo lo que hay, es una habitación hecha exclusivamente para las visitas.

Mamá lleva aquí algunos meses, es la primera vez que me dejan venir a verla. Yo insistí el primer mes, pero después, fue el mismo Jung Soo el que siguió insistiendo con la trabajadora social para que me dejaran venir a verla.

Papá y Jung Soo están esperando afuera de la clínica, en el auto, y lo comprendo, tampoco es como si mamá los fuera a recibir con los brazos abiertos.

De pronto la puerta se abre, mi corazón se acelera, giro para ver hacia ahí.

Se ve un poco más delgada, pero su color de piel es mucho mejor, sus ojos ya no parecen todo el tiempo estar cansados. Me pongo de pie, ella se queda unos momentos ahí viéndome fijamente. Estoy demasiado ansioso esperando a que diga algo. Finalmente comienza a caminar hacia el otro sillón en la habitación para sentarse.

-Parece que el doncell te ha alimentado bien- dice mientras se sienta- parece estar un poco más embarnecido-

-…- no sé qué decirle, la verdad es que sí,

Ahora Jung Soo no me deja salir de casa a menos que coma algo, y cuando regreso, así sea muy tarde me obliga a ingerir algún alimento. Las cosas son muy diferentes a cuando estaba con mamá, cuando tenía que hacer que el dinero que recibíamos durara todo el mes, incluyendo sus botellas de alcohol.

-¿A qué viniste?- me pregunta-

-Quería verte…-

-…- se me queda viendo de nuevo fijamente, respira hondo- ¿te has mantenido alejado de ese doncel? No quiero que intente seducirte a ti también- abro los ojos un poco sorprendido- seguramente ha estado intentando llegar a ti, como lo hizo con tu padre…-

-Pero yo soy muy joven mamá, él no ha intentado nada…-

-¿Ves? Lo estás defendiendo!- estoy un poco sorprendido-  a tu padre lo engatuzó igual, aún no firmábamos los papeles del divorcio, y él ya estaba actuando, buscando la manera de metérsele por los ojos.- frunzo el ceño

-¿El divorcio? Dijiste que él fue quien hizo que se divorciaran…-

-¡Tu padre iba a regresar conmigo! ¡Aún no firmábamos!-

Me quedo callado, no sé qué hacer, de pronto siento como si todo en lo que hubiera creído comenzara a derrumbarse. Se supone que Jung Soo fue quien causó que mis padres se divorciaran, quien se llevó a papá lejos…

Volteo a ver a mamá, mi corazón está latiendo rápido, respiro hondo para deshacer el nudo de mi garganta.

-Papá en verdad se fue por su culpa…- paso saliva- se fue sin preocuparse por mi- mamá bufa

-Por favor, creía que iba a poder llevarse a mi hijo para que ese doncell lo corrompiera, claro que no! Lo quería lejos de ti!-

Mamá sigue hablando, pero mi mente se ha bloqueado. Aún sigo pensando en lo que acaba de decirme. Papá no se alejó porque quiso, sino porque ella no quería que Jung Soo tuviera contacto conmigo!

Me pongo de pie, respiro hondo, volteo a verla. Aprieto las manos fuerte, tengo ganas de gritar, de decirle que por su culpa estuve muchos años lejos de mi padre, viviendo con ella que ni siquiera se preocupaba por mí!

Pero no puedo, mi cabeza es un lío, de pronto Jung Soo no es el malo en la película, sino mi madre. De pronto los donceles no son el problema, sino ella!

-¿Dong Ho?...- mamá me saca de mis pensamientos

-Debo irme…- le digo intentando estar tranquilo- te ves mejor mamá, espero que sigas aquí hasta que puedas controlar tu adicción- respiro hondo- te quiero-

Me doy la vuelta y salgo de ahí. No me detengo hasta llegar al estacionamiento. Traigo las manos en los bolsillos de mi pantalón, me detengo frente al auto, de lado de la puerta del copiloto, en donde está sentado Jung Soo, papá está sentado al volante. Ambos se me quedan viendo.

-¿Cómo te fue?- Jung Soo me pregunta

Quiero contestarle, pero tengo un nudo en la garganta. Solo quiero irme a casa.

Aprieto la cajita en el interior de mi bolsillo. Cierro los ojos unos momentos antes de sacar la cajita y extender la mano hacia Jung Soo. Se me queda viendo extrañado.

-¿No se lo diste? Pero lo escogiste especialmente para ella…-

Ladea la cabeza sin entender lo que está pasando, aún así toma la cajita, respiro hondo. Había comprado un regalo para mamá, una cadena con la imagen de un ángel, porque para mí, aunque hubiera vivido su adicción, ella era mi ángel, la que había sufrido por el engaño de papá, la única persona que estaba conmigo…

Ahora ya no sé no que creer. Lo único que me ha quedado claro, es que papá nunca engaño a mamá con Jung Soo…

-Lo siento…- le digo

Jung Soo se me queda viendo fijamente aún sin entender nada, hago una mueca, ya no quiero hablar, quiero ir a casa así que me subo al auto, me siento sin decir nada. Agradezco que ellos no hicieran más preguntas.

El trayecto a casa fue silencioso, subí a mi habitación para encerrarme, no quiero hablar con nadie.

JR (POV)

Lo escucho todos los días venir a verme, me lee, me habla, me dice cosas que nunca había dicho antes. Palabras como “te amo”. Cada vez que las escucho siento que el corazón se me calienta. Como hubiera querido que las dijera antes.

Su voz de nuevo se escucha a lo lejos, ésta vez lee un bello poema, no puedo evitar sonreír. Quiero abrir los ojos, pero siento los párpados pesados. Una luz demasiado intensa no me deja abrirlos.

Pero a cada momento escucho su voz más cerca, y también escucho otros sonidos, los sonidos de aparatos médicos. Eso me hace pensarlo dos veces. No quiero ver todos los aparatos que seguramente tienen conectados a mí.

La luz se está haciendo más tenue, y aunque tengo miedo de enfrentarme a lo que va a suceder, mis ojos logran abrirse. Aron está frente a mí, con un libro en sus manos, leyendo. Se ve un poco ojeroso, pero sigue igual de guapo, mi corazón se acelera un poco.

-JR… - Aron levanta su rostro y me ve…- lindo…- se pone de pie junto a mi, su mano sobre mi cabeza, giro mis ojos para ver su rostro

Y entonces viene a mi mente lo que pasó esa noche en el callejón. La forma en que esos chicos me violaron. El miedo que sentí, el asco, el dolor y ahora la vergüenza, tengo ganas de llorar. De nuevo giro mis ojos hacia otra parte. Es demasiado, ¿Por qué Aron podría quererme? No quiero su lástima ni sus remordimientos.

-Lindo…- de nuevo me llama, pero no quiero verlo, no quiero que vea mis lágrimas rodar por mis mejillas.

Una enfermera llegó, revisó todos los aparatos, ahora me doy cuenta de que efectivamente son muchos. No puedo moverme, hay tantas cosas en mí que no sé si sea porque ellos me han inmovilizado o porque yo no puedo hacerlo. Cierro los ojos pensando en que sea lo que sea debo mantenerme tranquilo.

Hay un tubo en mi boca por el cual estoy respirando, la enfermera me dice que más tarde, cuando el doctor revise mi estado ella misma vendrá a quitarlo de mi boca. Revisa mis ojos, haciéndome seguir una lucecita que me lastima demasiado, cuando la retira por un momento no pude ver nada.

Aron sigue en la habitación, parado junto a la puerta, observando cada uno de los movimientos de la enfermera, quien acomoda un soporte que me ayuda a mantener inmóvil mis caderas, para finalmente retirase después de decirle algo a Aron.

Se acerca a mí, parece nervioso. Cierro los ojos para evitar ponerme a llorar otra vez. Su mano acaricia mi cabello.

-Lindo…- me da un beso en la frente, lo escucho suspirar hondo- creí que nunca ibas a despertar…- su mano sigue acariciando mi cabeza.- me alegra que estés de regreso, aquí, conmigo.- de nuevo un beso en la frente.- yo estaré contigo en todo el camino lindo, yo te ayudaré a superar esto-

Mi corazón se acelera, no puedo evitarlo, las lágrimas empiezan a rodar por mis mejillas. Quiero que se vaya, no quiero que me vea así, no quiero que esté conmigo por lástima. Pero al mismo tiempo me alegra de tenerlo aquí.

El doctor vino, frente a Aron y mis padres, él mismo me quitó el respirador, mi garganta duele. Me explicó que tuvo que operar mis caderas, omitió decirme exactamente el porqué,  pero no es necesario que me lo diga, yo sé muy bien, fui yo quien lo vivió.

Me ha dicho que mis exámenes de sangre salieron limpios, lo cual en realidad es lo último en lo que había pensado.

Sigue explicando lo que pasará a partir de ahora, mi rehabilitación, los exámenes que debo hacerme, de pronto todo se pone borroso. Llevo una de mis manos a mi rostro e intento limpiar mis ojos pero no sirve de nada.

-¿Qué ocurre?- el doctor me pregunta

-Y… yo…- me quedo callado unos momentos

De pronto me doy cuenta de que no solo el dolor de garganta me impide hablar con claridad, mi lengua se siente entumecida. Me siento asustado. El médico se me acerca con una lamparita y revisa mis ojos.

-No te preocupes Jong Hyun, estoy seguro de que solo será temporal, tu cerebro está inflamado, pero pronto estarás bien…-

Respiro hondo. Aron toma mi mano, eso me hace voltear a verlo. Me sonríe, se que intenta hacerme sentir seguro y tranquilo, pero es imposible.

Ren (POV)

Suspiro hondo.

Me giro sobre la cama, ahora me acuesto sobre mi abdomen.

Me quedo viendo fijamente la cabecera de la cama, después volteo a ver el teléfono junto a mi cama. Hago una mueca. No sé que es lo que estoy esperando, no va a llamar, ¿por qué lo haría? Él no quiere saber nada de mí.

-Min Ki…- mamá llama a mi puerta

-¿Qué?-

Entra a mi habitación como si le hubiera dicho que pasara. Se sienta en la cama junto a mí, ignora el hecho de que estoy echado totalmente deprimido esperando una llamada que yo sé que nunca va a llegar, y comienza a contarme de su trabajo.

De nuevo me giro en la cama, ésta vez sobre mi espalda, viendo el techo, sin escuchar lo que está diciendo realmente.

-Le dije al señor Bang que estarías ahí…- frunzo el ceño

-¿En dónde?- mamá respira hondo un poco frustrada al darse cuenta de que no le puse atención

-En la cafetería cerca de mi trabajo.-

-¿Para qué?-

-¿Cómo que para qué? Ash! Min Ki, pon atención! El señor Bang dijo que su hijo estaba desesperado por volver a verte-

-¿Su hijo? Mamá, no me hables en clave, ¿de qué demonios hablas?!- frunzo el ceño y golpe el colchón con mis manos

-De Min Soo, el hijo del señor Bang, el chico de la fiesta, ¿no lo recuerdas? Es muy guapo, y además buen partido!-

Mamá sigue hablando, me he quedado pensando tratando de recordar. Si, el chico del cual huí el día en que Baek Ho conoció a Min Ki. Respiro hondo, no es tan mal chico, simplemente yo no tenía ganas de que mamá me consiguiera citas. Pero ahora, creo que no es mala idea, tal vez así logre sacarme de la cabeza al idiota de Baek.

-Está bien, iré- le digo

-¿En serio?-

-Si-

-Oh! Eso es genial!.- mamá se pone de pie y empieza a buscar en mi closet

Seguramente está buscando algo “lindo”. Ella insiste en quitarme mi ropa de “Ren” cuando vamos a sus reuniones, dice que así atraeré más a los chicos. Y lo sé, hasta alguien como Baek Ho prefiere a Min Ki que a Ren.

Hyo Jun (POV)

De nuevo vine a ver a Yun Young, pero también de nuevo me he quedado dormido en el sillón mientras hablábamos. Ya ha pasado dos meses desde la boda, dos meses desde que mi madre me hizo regresar a la universidad y conseguir un trabajo.

Mi vida se ha convertido en un caos por completo y sin descanso. Termino demasiado cansado, ya no recuerdo cuando fue la última vez que pude conversar con Yun.

Abro los ojos cuando una mano me mueve. Me sorprendo demasiado cuando me doy cuenta de que no es Yun Young, sino su madre la que me ha despertado. Como puedo, me levanto y me siento rápido en el sillón. Con una mano, limpio lo que creo que es un poco de baba saliendo de mi boca.

-Lo siento…- le digo.- me quedé dormido.-

La señora se me queda viendo unos momentos y luego respira hondo. Se sienta en el sillón de alado, entonces me doy cuenta de que Yun está recostado ahí, dormido también. Frunzo el ceño cuando no un rastro de lágrimas en sus mejillas, por alguna razón, creo que se que yo soy el causante de sus lágrimas.

-Bien, hablaré con tu madre, si ella está de acuerdo, podrás vivir aquí.- abro los ojos sorprendido

-¿Cómo?!-

-Mi Yun Young está demasiado deprimido porque ya casi no te ve, y cuando vienes estas tan cansado que te quedas dormido- bajo la cabeza sintiéndome mal

-Lo siento…-

-Creo que si vives aquí, tu tiempo libre, sea poco o mucho podrás pasarlo con mi Yun Young. –de nuevo respira hondo- el pobre está demasiado sensible con las hormonas…- voltea a verlo, acaricia un poco su cabeza

Puedo darme cuenta lo mucho que lo quiere, y entiendo él porque lo protegía tanto. Puedo entender también el porqué se puso histérica cuando Yun resultó embarazado.

-Bien, iré con tu madre.- señala a Yun.- tú llévalo a su habitación, que descanse.- sonrío

-Si señora-

Sonrío al ver a Yun Young abrazando uno de los cojines del sillón contra su vientre. Retiro el cojín, observo unos segundos su pequeño vientre, apenas si se nota un poco. Con mucho cuidado lo levanto, sus brazos de inmediato se enredan en mi cuello, y su cabeza se recarga en mi pecho.

Yo también lo extraño, las cosas cambiaron demasiado, y de pronto comenzaba a sentirse como si todo lo que estaba haciendo no tuviera sentido y estaba alejándome de él.

Lo dejo sobre la cama, lo cubro con las sábanas, me acurruco detrás de él, envolviendo mis brazos a su alrededor, acariciando su vientre, le doy un beso en la sien y cierro los ojos dispuesto a soñar, sintiendo el claro de su cuerpo, escuchando nuestros latidos.